Carlos Peña Palacios/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- En el pasado mancharon bardas de tinta, agredían a todo el que pasaba por la calle porque así era como se sentían, algunos fueron miembros de las pandillas más peligrosas de Reynosa.
Hoy, se volvieron a juntar también con metales en sus manos, formaron una banda ahora musical y el himno a la alegría es lo que interpretan con sus instrumentos musicales.
José de la Cruz es uno de ellos, el cambio el sonido de su vida por uno que conlleva orden de lectura.
“Desde que llegue escogí el saxofón, porque es más ruidoso que los demás, me gusto, antes cuando era más chiquillo andaba limpiando vidrios, una señora nos ayudo con un programa del DIF para niños de la calle para que estudien”.
Al igual que él, todos recuerdan del lugar de donde fueron sacados, circunstancias especialmente difíciles como el titulo del MECED en Reynosa, no fue el viento que soplan en su instrumento musical que los trajo a este lugar, fue la oportunidad que ellos tanto esperaban para darle vuelta a la página.
“Si tu quieres hacer que la gente lo sienta, tienes que sentirlo tú para poder expresar en el instrumento y la gente lo pueda sentir” dijo Hugo Alberto Martínez mientras le da movimiento a las notas musicales en el clarinete también tocado en la sierra de Tamaulipas.
Juan Torres, Profesor de música del MECED tiene la función de trabajar con ellos, explicarles ahora la posición correcta de su boca, una nueva manera de sentarse y contener la respiración.
Un día estuvieron en las calles haciendo ruido en la sociedad, hoy lo convierten en sonido al ser rescatados.
Con fuente oficial del DIF, el centro MECED atendía hasta inicios de este 2010 un promedio de 700 menores, al día de hoy la cifra es de mil infantes.