De nuevo el doctor Rodolfo Torre Cantú demostró su gran capacidad de convocatoria; en su último adiós miles de personas se volcaron en la capilla donde se veló, en las calles, en el poliforum, en la iglesia del 15…otros más le lloraron en sus casas, en la intimidad de su hogar se escucharon lamentos, desánimo, desilusión, ya que además de haberse acabado con la vida de un buen hombre se troncaron los sueños de miles de personas…que creyeron que podíamos aspirar a un Tamaulipas mejor.
Las palabras de su hermano mayor Egidio Torre Cantú cimbraron a todos los presente en su homenaje; con su asesinato le partieron el corazón a sus hijos, a su esposa, a su padre y a sus hermanos, este dolor alcanza a muchísimas personas que recibieron de él siempre un trato cordial, amistoso y un nunca NO SE PUEDE.
Y sí, Ingeniero Egidio, los periodistas estamos en deuda con Rodolfo, seguramente más de uno escribirá su semblanza; esa que nos entregaron desde sus primeras incursiones en la política, pero realmente muchos no sabemos cómo plasmar en nuestro trabajo diario su grandeza personal, su alto sentido humano y su enorme sencillez.
Quienes tuvimos el honor de compartir con él momentos personales, sabemos que Rodolfo tenía un gran tesoro que cuidaba y protegía de cualquier cosa…su familia; para él su esposa Beba, sus hijos Paulina, Rodolfo y Bebita, eran su mundo. El amor a su padre, lo mantenía erigido a sus valores y sus hermanos su gran fortaleza…Rodolfo era el menor de cinco.
No es raro ver tanta angustia en la gente, ni tampoco ver llorar a muchos que apenas si lo conocían, ya que Rodolfo Torre, lo único que hizo a su paso por esta vida fue dejar amigos, y ayudar a quienes pudo; desde su designación como Director del DIF municipal, la gente empezó a ver en él al hombre humanista, no al funcionario que la mayoría de veces lo único que quiere es que lo dejen en paz.
Luego como Presidente del Comité Directivo Municipal del PRI tuvo una gran oportunidad de acercamiento con los ciudadanos…no le costó mucho esfuerzo, porque así lo sentía. Eso lo llevó a ser mencionado para la alcaldía, pero por azares de la política fue lanzado para diputado local; renunció a la curul por invitación del Gobernador para ocupar la Secretaría de Salud, donde brilló con luz propia, ayudó a propios y extraños. Ya se perfilaba para gobernador, pero muchos sabíamos que Rodolfo no era un político cualquiera, quería ser el mejor, creía en la reivindicación de los políticos y para ello se preparaba.
A principios de su campaña aún existía un poco de escepticismo. Pero poco a poco fuimos viendo como fue creciendo y ello se fue reflejando en los sondeos, en donde ya se veía la gran diferencia porcentual de sus más cercanos competidores a quienes respetó en todo momento. A pesar de los ataques que recibió de algunos de ellos, prefirió guardar silencio…eso era para él lo mejor, NO TE PELEES, solía decir a su equipo. Hombre conciliador, mediador.
Qué razón tiene Beatriz Paredes al decir que en el PRI están en duelo, porque a jamás lograrán reemplazar a Rodolfo. Mañana podrán nombrar un candidato, pero que cuente con la simpatía, humildad y sencillez de Rodolfo jamás. Los priistas podrán reemplazar a su candidato…pero su familia jamás podrá reemplazar su pérdida.
Y si alguien me quiere decir como reemplazaremos nosotros todo lo que hemos perdido con este cobarde asesinato, acabaría de entender lo que está sucediendo, porque después de hoy todo lo que me digan para consolar mi desconfianza por la “democracia”, por las instituciones, por la política…definitivamente todo es basura.
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ENTREDICHOS/Leticia Santoyo *Sueños truncados
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