Las manifestaciones culturales por lo general son de poca duración, son modas sexenales y en ocasiones, trascienden por algún capricho de ciertas personas, pero pocas, muy pocas veces, su trascendencia sobrepasa intereses personales o políticos y se convierte en tradición.
Tenemos en México, por ejemplo, el Festival Internacional Cervantino, cuyos actos se pueden admirar en diversos estados y a lo largo de décadas sigue siendo una de las más importantes manifestaciones culturales en el país.
Chihuahua tiene un festival cultural que ya cumple seis años; el peligro, obviamente, es que cuando el gobernador Moreira deje el poder pueda desaparecer, porque una característica de algunos gobernantes es borrar toda huella de su antecesor, sin importar si sirve o no.
Ejemplos los tenemos a diario en la cultura, política, economía o desarrollo social. Cómo olvidar, por ejemplo, el Programa Nacional de Solidaridad de Carlos Salinas de Gortari, que luego se ha convertido en Oportunidades y muchas otras cosas más: el mismo concepto con distinto nombre, pues.
Tamaulipas tiene su Festival Internacional anual en octubre, y ha trascendido ya por más de una década. Pareciera que pasó con creces la prueba de la moda o del protagonismo político. Manuel Cavazos, cuando fue gobernador, borró de un plumazo el Festival Internacional en la Costa del Seno Mexicano que por decreto fue creado en el sexenio de Américo Villarreal Guerra.
Lo borraron por ese protagonismo característico del mandatario matamorense, sin embargo, el licenciado Tomás Yarrington y el ingeniero Eugenio Hernández Flores consideraron que era necesario para la sociedad… y lo dejaron vivir: ya cumplirá 18 años y ha tenido una gran aceptación de la sociedad.
Cuando Emilio Martínez Manautou inauguró el Centro Cultural Tamaulipas se crearon varias expectativas culturales, siendo una de ellas Cien Imágenes, idea de José Luis Pariente Fragoso, entonces director del mismo CCT. Concluyó el primer sexenio y sobrevivió, aunque Cavazos amenazó con desaparecerlo.
La presión de los profesionales y aficionados a la fotografía permitió que siguiera viviendo esta exposición fotográfica que no tiene dinero en premios, sino la satisfacción de participar en la galería del CCT, la más importante del estado.
Los amantes de la fotografía hemos peleado cada sexenio porque siga viviendo y este año cumple 23 años.
No ha sido fácil mantenerlo, porque hay mucha apatía entre quienes nos dedicamos a hacer arte a través de la fotografía, la pasión de Daguerre y Niepce. El Centro Cultural Tamaulipas ha hecho grandes esfuerzos por mantenerlo. Laura Reséndez se ha destacado en ese sentido por ser promotora de los intereses culturales de la comunidad y no de alguna persona en especial: nos ha apoyado en todo lo concerniente a esta exposición.
No se puede hablar de “Cien Imágenes” sin mencionar a Adriana Galván, promotora cultural, importante trabajadora del Centro Cultural Tamaulipas, quien cada año es la encargada de que este proyecto nacido hace ya más de dos décadas siga siendo realidad.
Adriana con tiempo prepara todo, pero todavía nos falta una respuesta en la sociedad: algunos, pensamos que es muy poca cosa el participar en una exposición colectiva; otros, desdeñamos la muestra como si no nos mereciera la pena destinar obra para participar: como que es malo “codearse” con principiantes, pareciera que algunos así lo piensan.
Sin embargo, pese a todo, “Cien Imágenes” se presentará este año en el Centro Cultural Tamaulipas.
Somos pocos los que seguimos la huella a este evento que ya es una tradición, porque 23 años seguidos no se hace fácil, pero algunos somos más que tercos y ahí estamos, frente al entusiasmo de Adriana, Laura y un equipo de gente que trabaja en el CCT y nos apoya para que cada calendario esté presente esta muestra.
Cierto es que faltan muchos colegas que no han tenido quizá el interés en mostrar su trabajo en una galería, pero habemos otros que consideramos que si vale la pena. Por esos, pensamos que el esfuerzo bien vale la pena, y la gente que organiza debe sentirse orgullosa.
Este año, como casi todo lo que se hace, se dedica a la Revolución e Independencia y el tema versa sobre nuestro querido México. Hay mucho material, aunque la verdad sea dicha, la participación de los profesionales del arte de la gelatina de plata ha quedado al margen.
Hemos querido que trascienda, pero solos no podríamos, por lo que hemos establecido la unión con las autoridades de cultura, del CCT principalmente, y queremos que siga viviendo esta muestra fotográfica, única en su género en el noreste mexicano.
Se inaugura el día 2 del mes de septiembre, e invitamos a nuestros amigos a darse una vuelta. A los fotógrafos, un exhorto para participar en este tipo de muestras, que bien vale la pena.
Un aplauso para Adriana Galván, Marianne González, Laura Reséndez y quienes hacen posible esta importantísima muestra de fotos.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!