

– Violencia en Tamaulipas ‘sella’ la boca a migrantes centroamericanos.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Organismos defensores de los derechos humanos en esta frontera condenaron la masacre de 72 personas ocurrida en San Fernando, Tamaulipas, violencia que ‘selló’ la boca de cientos de migrantes que han sido víctimas de secuestros y abusos, lo que se refleja en una disminución de las quejas hasta en un 70%.
José Luis Manzo, director del Centro de Derechos Humanos de los Migrantes (CDHM), que opera en la Casa del Migrante de Nuevo Laredo, aclaró que la disminución de las quejas no es porque no haya violencia en contra de los migrantes, sino porque ya no denuncian por temor a ser golpeados e incluso ejecutados.
“Las denuncias bajaron mucho este año, pero no es porque ya no haya agresiones en contra de los migrantes, sino porque al pensar en lo que han vivido y sufrido (cuando son secuestrados), ya no denuncian y su mejor defensa es quedarse callados”, explicó.
Por su parte, Ana Claudia Calvillo, visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Tamaulipas (Codhet), mencionó que en lo que va del año se han presentado solo 29 denuncias de migrantes en comparación con las 117 del año pasado.
Dijo no saber las causas, aunque afirmó que la mayoría de las quejas se presentan en contra de policías municipales.
El Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba AC, son sede en Chiapas, envió un comunicado en el que organismos internacionales de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Argentina, Colombia, Estados Unidos y México, repudian la masacre de San Fernando, y piden a las autoridades mexicanas una investigación a fondo para castigar a los responsables, “porque el crimen organizado actúa de manera impune ante una ciudadanía indefensa y un gobierno insensible”.
Algunos casos de secuestro
Entre septiembre del año 2006 y enero del 2007, la Casa del Migrante de Nuevo Laredo obtuvo el testimonio de 90 centroamericanos que manifestaron en sus denuncias que habían sido secuestrados, ya sea en el trayecto a esa ciudad o dentro del municipio.
En enero del 2007 la CNDH reveló que 12 migrantes fueron secuestrados dentro de una casa de seguridad, cuyos familiares en Estados Unidos pagaron hasta 100 mil pesos por cada uno por su liberación.
De junio a diciembre del 2008, el CDHM documentó 585 casos de abuso en contra de migrantes centroamericanos, aunque el año pasado bajó a 517.
El caso más reciente ocurrió en junio de este año, cuando dos hondureños fueron detenidos por presuntos agentes de migración en la garita del kilómetro 26, y entregados a un grupo delictivo, los que pidieron a sus familiares dinero para dejarlos en libertad, de acuerdo a un reporte del CDHM.
La ruta de la muerte
Chiapas, Oaxaca, San Luis Potosí, Saltillo, Monterrey y Nuevo Laredo, son los lugares en donde más secuestran a los migrantes, pero debido a su estatus de indocumentados en México, no denuncian ante ninguna autoridad por temor a ser deportados o lastimados.
Un reporte elaborado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) revela que en Nuevo Laredo, lugar de destino de los migrantes antes de ingresar a Estados Unidos, existen casas de seguridad en donde mantienen a los migrantes que secuestran, los que de acuerdo al informe, los delincuentes son apoyados por presuntos policías municipales, por lo que no se sabe su destino.
“Le estamos dando seguimiento al caso de San Fernando, al igual que otros organismos defensores de los derechos de los migrantes, y tenemos la certeza de que eran migrantes de varios países centro y sudamericanos”, mencionó Manzo.
De acuerdo a Manzo, de los ocho delitos más comunes en contra de los migrantes, la privación ilegal de la libertad ocupa el 28% del total de denuncias, y es la policía municipal la que más ha cometido ese delito.
El impedir el libre tránsito ocupa el segundo sitio con un 27%, y de nueva cuenta es contra la policía municipal de Nuevo Laredo las quejas presentadas ante las autoridades defensoras de los derechos humanos.
El sacerdote católico y director de la casa del Migrante en esta ciudad, Gianantonio Baggio, mencionó que secuestrar y extorsionar migrantes satisface las necesidades económicas de los ‘peones’ del narcotráfico, es decir, a los pateros, enganchadores, muleros y coyotes.
“Cuando llegan a esta ciudad, los migrantes nos cuentan que fueron robados y asaltados cerca de donde está el ferrocarril, y se trata de delincuentes los que abusan de ellos en esa forma”, explicó Baggio.