Hasta hace unos años el día primero de septiembre, como hoy, era día festivo porque el Ejecutivo Federal comparecía ente la representación de la República y del cuerpo diplomático acreditado en México para infor sobre los logros y retos del año que terminaba.
A raíz de una mayor apertura en los medios de comunicación algunos críticos –de diez años para acá- llamaron al primero de septiembre “El Día del Presidente” porque todo era alabanza, aplausos, vivas, porras y demás manifestaciones manipuladas por gente profesional.
La idea era que popularmente el Señor Presidente se exhibiera, se placeara, le hiciera o no falta –generalmente no- y total, decía la Constitución que ese día el Ejecutivo informara a la nación el estado que guardaba y todo pasaba, menos poner atención en los números –a veces hasta incongruentes- que decía el de la voz federal.
Antes de la Internet casi todos los maestros de todos los niveles escolares encargaban a sus alumnos “ver el informe”, era más patriótico, aunque no se entendiera nada.
El “amor cívico” llegó a tanto que a las afueras de las oficinas del PRI –en todos los niveles- en oficinas gubernamentales, así como en las plazas públicas se instalaban potentes aparatos de sonido y hasta colocaban sillas para que los funcionarios “escucharan” el informe.
Las bocinas eran características en las plazas y parques públicos.
En años atrás la fiesta era nacional y hasta familiar porque era día que no se trabajaba y en casa de los abuelos o los padres era una solemnidad escuchar o ver el informe, aunque poco a poco todo mundo se salía de la sala o donde estuviera la TV porque la duración llegó a romper record de mas de dos horas.
“El Día del Presidente” empezó a resquebrajarse en 1988, durante el Primer informe de Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994) cuando se vino la interpelación en la voz enérgica, seria y muy respetuosa del Diputado PERREDISTA Porfirio Muñoz Ledo, ex priista y hasta ex secretario de estado por el tricolor.
¿El motivo? En realidad no importa mucho, lo significativo es que la historia mexicana marcó el hecho de que el Sr Presidente fue interrumpido por un diputado y ése fue el puntal para que al siguiente año, “cualquier” diputado de la oposición al gobierno en el poder, no solo interpelara el informe, sino que le llegaron a interrumpir no solo con voz, sino con mantas, cartulinas, etc.
Fue el caso que una fracción de diputados intentó impedir el paso al Presidente Vicente Fox Quezada (2000-2006) y hasta la misma toma de protesta como presidente electo de Felipe Calderón Hinojosa (2006-20012).
Todos estos hechos y más, provocaron que a iniciativa del partido en el poder, se autorizara en el año 2007 que el Ejecutivo Federal no necesariamente se presentara a la Cámara de Diputados -también sucedió lo mismo en los estados- y se autorizó la entrega física del documento por el representante del Presidente de la República.
Este año de los bicentenario y centenario, a iniciativa de los legisladores PRIÍSTAS se propuso que el presidente volviera a San Lázaro, prácticamente al mismo show de antes, hecho desde luego que fue rechazado por la fracción PANISTA.
Hoy el presidente Felipe Calderón Hinojosa entrega su informe como está reformado, solo que el “Día del Presidente” ahora lo organiza un día después el mismo Ejecutivo.
No podemos obviar las agresiones verbales que han sido objeto algunos Secretarios de estado por algunos diputadetes, sobre todo del PRD. Pero tampoco podemos dejar pasar las faltas de respetos a algunos gobernadores, por el mismo color del partido y desde luego, no han faltado los azules que también no cantan mal las rancheras.
Finalmente: No queda mas que esperar y analizar los hechos para registro de nuestra historia, la más reciente y en la versión que usted escriba, es la válida: Su verdad.
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Maremágnum/Mario Vargas Suárez *Hoy: IV Informe Presidencial
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