No tengo el gusto de haber intercambiado una solo palabra con él, pero quienes lo conocen hablan muy bien de su persona y como funcionario.
Dicen que es un hombre afable, discreto y muy dinámico, por eso su jefe depositó en él su confianza.
Afirman también, que en lo que tiene que ver con su trabajo se mueve como pez en el agua, por eso ha sido un factor importante para que los gobiernos federal y el de Tamaulipas naveguen juntos y en armonía para atender las necesidades de la población y para que se cumplan los objetivos del Pan Estatal de Desarrollo que está vigente.
El está adscrito a la Secretaría de Finanzas de Tamaulipas y es de los pocos funcionarios del gabinete que le ha soportado el paso al Gobernador, Eugenio Hernández Flores, porque inició con su sexenio y todo parece indicar que se despedirá de mano del mandatario el último día de este 2010.
Si se lee con cuidado algunas de sus intervenciones en los eventos públicos propios de su dependencia como lo fue la presentación de su informe de actividades del 2008 se podría deducir que su labor para negociar los recursos federales para el estado rindió frutos y eso lo coloca como uno de los funcionarios más estables del aparato gubernamental actual.
Nativo de Ciudad Victoria, él mantiene una relación envidiable con todos los funcionarios públicos, políticos y legisladores de Tamaulipas, solo basta ver las fotografías que circulan por el Internet en torno a los eventos oficiales en los que ha estado presente.
Igual se le puede observar en los eventos con la delegada panista de la SEDESOL federal, Lucia Irene Alzaga Madaria, que con la senadora priísta, Amira Gómez.
A sus 44 años de edad él está en la plenitud como profesionista y en el servicio público hay quienes apuestan doble contra sencillo que su futuro ya está marcado y que de año nuevo recibirá un suculento regalo.
Independientemente del trabajo que ha desarrollado él conserva excelentes relaciones con los actores más importantes de la próxima administración estatal, por eso en los comederos políticos su nombre suena fuerte, con insistencia y, eso, capta la atención.
De profesión licenciado, él procura aparecer poco el los medios de Tamaulipas, porque así de discreto se comporta.
Se trata de Gerardo Terán Cantú, el Coordinador del COPLADET de Tamaulipas, un funcionario que no hace ruido, pero que sabe que tiene arriba de un 80 por ciento a su favor para escalar una de las secretarias más envidiables en el gabinete gubernamental que emprenderá el camino el primer día del 2011.
Así es, mucho se habla de que Gerardo tiene estrella y que ocupara la titularidad de la SEDESOL de Tamaulipas, una de las más importantes en el aparato oficial.
Pero como en algunos casos no basta con una excelente carta de presentación en cuanto a la labor desempeñada, es necesario decir que Gerardo tiene a un buen padrino, que es nada menos que el Gobernador Electo de Tamaulipas, el ingeniero Egidio Torre Cantú.
De él, de Gerardo, se afirma que es el encargado de elaborar el Plan Estatal de Desarrollo que hará efectivo el ingeniero una vez que sea gobernador.
Y que son amigos de antaño, y eso le da valor a lo que dicen todos aquellos que ya lo ubican en el envidiable puesto.
Es, Gerardo, uno más que se agrega a la lista de nombres con los que los medios juegan y se divierten con la esperanza de ir armando el ajedrez de elementos que acompañaran al ingeniero en esa difícil aventura que se llama gobernar.
Trabajo Gerardo tiene.
Pero ser el ahijado favorito.
Tiene también su peso.
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