Conoce representante de la ONU, alternativa de cocina tradicional
Con el proyecto hornos solares, realizado en hogares de la periferia de Nuevo Laredo, el Gobierno Ciudadano no solamente combate la falta de alimentación y la extrema pobreza en la ciudad, sino que además contribuye significativamente a la conservación del medio ambiente, porque este modelo no usa combustible ni contamina el entorno natural.
Se trata de uno de los proyectos de coinversión que el Gobierno Municipal realiza con la Asociación Civil Pro Dignidad de la Mujer, en la colonia Los Arcos, en donde las autoridades aportaron 84 mil 746 pesos y dicha agrupación gestionó por separado 14 mil 955 pesos, para traducirlos en beneficios para las familias de escasos recursos económicos.
Los hornos solares actúan como cocinas y calentadores. Son aparatos que captan, concentran y conservan el calor y la energía del sol, permitiendo la cocción de alimentos en el doble del tiempo que en una cocina de gas.
Además, parte de los alimentos que son utilizados como calabacitas, cilantro, acelgas y rábanos, son sembrados en una huerta anexa a los hornos solares.
Este proyecto le fue presentado al director del Programa de Alimentación de la ONU en Etiopía, Richard Ragan, por parte del Presidente Municipal Ing. Ramón Garza Barrios, en la intensa gira de trabajo efectuada el domingo pasado, donde además se contó con la presencia del Presidente Municipal Electo C. P. Benjamín Galván Gómez.
Los hornos solares son hechos con una caja de madera que lleva en su interior otra caja metálica, construida con láminas. Ambas están separadas por un aislante y en la parte superior tiene una cobertura de vidrio que permite filtrar los rayos solares y evita la salida del calor acumulado en el interior de la caja.
El proceso es como una especie de efecto invernadero, que conserva el calor y eso es lo que permite que se puedan cocer los alimentos.
Su uso, contribuye a la lucha contra la deforestación al reducir mayor consumo de leña para preparar alimentos.
Estudios revelan que una cocina solar salva alrededor de 100 árboles en 15 años y ahorra 50 por ciento en el gasto de garrafas de gas.
La comida no se quema y no necesita una supervisión continua.
Utiliza energía limpia que no se agota. No emite gases de combustión y reduce riesgos de explosión.