El órgano humano que casi no crece

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Mónica de Haro | Salud y Bienestar

Desde que nacemos estamos en permanente evolución, el cuerpo humano es una máquina perfecta que va creciendo y desarrollándose a medida que cumplimos años. Sin embargo, hay partes que permanente inalterables al paso de tiempo, o casi. Es el caso de los ojos, conocidos como el órgano de la visión.
¡Vaya ojazos!
Es una de las frases más repetidas cuando observamos a un bebé. “¡Qué mono, si es todo ojos!”, exclaman admirados propios y extraños -para regocijo de los padres-, cuando se detienen a mirar su linda carita; y es que en comparación con otras partes de la cara y el cuerpo, los ojos de los bebés nos parecen desproporcionadamente grandes. Pero todo tiene su explicación. Mientras que la nariz, las orejas y el resto del cuerpo van a crecer considerablemente a lo largo de la vida, los ojos no tanto.

Poseen una estructura increíblemente compleja y, según los expertos, el volumen, la superficie y la longitud axial del ojo varían (sí, sí, varían, has leído bien) durante los primeros años de la vida.
Así lo explica el Dr. Agustín Fonseca, jefe de Oftalmología en el hospital La Paz de Madrid: “Cuando nacemos, nuestro sistema visual no está totalmente desarrollado, por lo que el ojo y casi todas sus estructuras van a sufrir importantes cambios cualitativos, cuantitativos, anatómicos y fisiológicos, más acusados en los primeros años de la vida, pero que no concluyen hasta pasada la pubertad.”
El ojo de un bebé recién nacido tiene aproximadamente un 65 por ciento del tamaño del ojo adulto. Lo cual indica que crece durante el primer año de vida para terminar de madurar entre los 3 y los 12 años.
Los cambios más rápidos de forma y volumen se presentan entre los 6 meses de gestación y los 18 meses de vida, pero ya durante la primera semana de la vida se aprecian variaciones.
En una primera fase, desde el parto hasta los 2 años de edad, el ojo crece unos 4 mm. En la segunda, que comienza a los 2 o 3 años, el incremento es más lento (0,4 mm por año durante los próximos 3 o 4 años) y, después de los 5 o 6 años, aumenta poco más de 1 mm hasta alcanzar la longitud axial del adulto.
Los hombres los tienen más grandes
¡Cuidado! No es que quiere entrar en esta eterna y obsesiva competición masculina por el tamaño, pero está demostrado que los ojos de los hombres superan en tamaño a los de las mujeres. Según los estudios realizados, cada ojo tiene forma de esfera de 2,5 cm de diámetro, siendo los ojos del hombre medio milímetro más grandes que los de la mujer.
El color también cambia
Otra de las cosas que más nos sorprende es el cambio que se produce en el color de los ojos. El color del iris cambia durante los seis primeros meses después del nacimiento, y depende de la cantidad de pigmento libre y del número de melanocitos existentes.
Si el iris al nacer está poco pigmentado los ojos serán azules, si tienen mucho pigmento serán oscuros, pero el color definitivo se alcanza a los doce meses, cuando ya tiene toda su pigmentación.
Otras curiosidades
La cuenca del ojo, también llamada órbita, cambia con el crecimiento del cráneo y la cara.
Al nacer, la abertura del ojo es casi circular pero con el crecimiento de los huesos de la cara y del cráneo, se va haciendo oval y de eje horizontal.
El lagrimal es más profundo y más cónico en los niños que en los adultos.
Fuentes: Dr. Agustín Fonseca, jefe de oftalmología en el hospital La Paz de Madrid. Sociedad Española de Oftalmología. http://www.oftalmo.com

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