– También apoya con despensas semanales a 600 personas.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La Fundación Cáritas de Nuevo Laredo intensifica el trabajo de apoyo a seis mil personas que acuden a los diferentes centros comunitarios que se ubican en algunas colonias del poniente de la ciudad, informó Elda Elizondo, coordinadora.
En el centro San Judas Tadeo, instalado en las colonias Vamos Tamaulipas y Voluntad y Trabajo II, se trabaja con la impartición de algunos talleres de manualidades, corte y confección, dibujo y talleres en los que se pretende que las personas puedan autoemplearse y contribuir al gasto familiar.
“Queremos ir formando gente para que puedan resolver en parte su situación económica, y ello no quiere decir que les retiremos después nuestras ayuda, sino que pretendemos enseñarles un oficio para que se valgan pos sí mismas esas personas, y no se acostumbren a que se les de todo”, explicó la también profesora.
De este modo, comentó que en la colonia Voluntad II llevan a cabo un programa denominado ‘Martes de los abuelitos’, en donde se atiende a poco más de 40 personas de la tercera edad con diferentes actividades y entretenimientos.
A ellos también se les enseñan algunas manualidades y se les entretiene con actividades recreativas propias de su edad.
“Pretendemos que ellos se sientan útiles, y esta actividad es independientemente de las actividades que tenemos para el resto de las familias en estos centros comunitarios, y que son cerca de seis mil personas las que asisten”, reiteró.
A esas seis mil personas, dijo Elizondo, se les dota de una despensa cada semana.
De las actividades que llevan a cabo entre personas que se capacitan, dijo que ya hay resultados porque se cuenta con algunas que al terminar su capacitación, son certificados, y dijo Elizondo que se trata de un gran logro.
“Cáritas está muy satisfecha con este trabajo que se viene realizando, y en cada taller tenemos hasta 40 personas que toman los cursos como el de cerámica, cuyos integrantes se preparan para vender sus productos que elaboran en el taller, y ya aprendieron a hornear y solo falta la etapa de pintura para poder ofrecerlos al público”, expresó.
Reconoció que no se esperan ganancias exageradas, pero por el solo hecho de que esas personas tienen un oficio, es una oportunidad de ingreso para las familias, que al final de cuentas es el objetivo que tiene Cáritas con este tipo de actividades.
Otras personas cuentan ya con experiencia en la elaboración de pasteles, los que venden entre conocidos y familiares, “y de que hay frutos, los hay y abundantes”, subrayó Elizondo.



