Cómo evitar los molestos semáforos en rojo

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Es indudable que el respeto a las luces de los semáforos es indispensable para mantener un orden mínimo en las calles de todo el mundo. Pero también es cierto que el patrón de freno y aceleración supone un aumento en el consumo de combustible, en esta época en la que se trata de crear conciencia sobre los efectos de los gases que contribuyen al calentamiento global.

Otras consecuencias prácticas de las luces rojas en las calles son el tráfico lento y los embotellamientos. ¿Cuántas veces no se frustra uno cuando le tocan todos los semáforos en rojo, lo cual parece ocurrir especialmente cuando uno tiene más prisa?

Pues bien, los avances tecnológicos podrían hacer posible evitar esa molestia. Un estudio del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) promete luz verde en cada esquina, a la vez haciendo el tráfico más verde para el medio ambiente.

La solución parece simple: proporcionar a los conductores la información necesaria para adaptarse al juego de luces, a través de la computadora del vehículo y de un teléfono inteligente.

Así, uno ajustaría la velocidad al tiempo requerido para evitar detenerse en una luz roja. Hay conductores que practican esa técnica a nivel intuitivo, pero un dispositivo les indicaría con toda seguridad el tiempo qué hace falta para llegar al semáforo con luz verde.

De paso, se evitarían muchos accidentes causados por exceso de velocidad.

El Gurú de las luces

El estudio llama a este sistema Asesor de velocidad óptima para la luz verde (Glosa por sus siglas en inglés). El programa usado y evaluado por el estudio es conocido como SignalGuru, un servicio que detecta y predice la programación del semáforo a través de una cadena de teléfonos celulares.

Antes de generar preocupaciones de seguridad sobre el uso del celular mientras se conduce, cabe especificar que en este caso el aparato se ubica en el parabrisas, en una posición similar al Sistema de posicionamiento global (GPS), con la menor distracción posible para el conductor.

El dispositivo, que incluye una cámara que detecta las luces de los semáforos, también sugiere desvíos que eviten las largas esperas en el tráfico, y lo hace en comunicación con la red, de manera que todos los conductores que lo tienen se benefician de la información disponible.

El SignalGuru ya ha sido probado con éxito en dos ciudades: Cambridge (Massachusetts, EE.UU.) y Singapur.

Ambas ciudades tienen patrones distintos: en la estadounidense, las luces cambian a intervalos fijos, mientras que en la asiática lo hacen según el nivel del tráfico.

En promedio, según el estudio, SignalGuru acierta en los semáforos programados con un margen de 0,66 segundos, y 2,45 segundos en los adaptados al tráfico. El ahorro de combustible representa un 20,3%.

Buen dato, considerando que, sin esa ayuda, frenando y acelerando cada vez que uno se para el luz roja, se consume 17% más de combustible y se emite 15% más de CO2, según el mismo estudio.

Semáforos inteligentes

En algunas ciudades existen semáforos inteligentes, que cuentan los segundos para el cambio de luz, como Copenhague, Kuala Lampur, Bangkok y Nueva Delhi.

Y pese a la mala fama del tráfico de las ciudades latinoamericanas, que no se destacan precisamente por el respeto a los peatones, hay varias capitales y ciudades importantes que los han ido instalando poco a poco y en otras están a prueba.

En algunos casos, el costo de adaptación de los semáforos existentes ha impedido su instalación masiva.

Las señales específicamente destinadas a proteger a los peatones son mucho más comunes, pero sólo ayudan a los conductores que están muy cerca de la intersección y su utilidad en ese sentido es nula para anticiparse a una luz roja.

Otro imponderable es la regla estadounidense de permitir a los autos voltear a la derecha en luz roja si no hay autos ni peatones, pues en algunos casos los conductores pecan de imprudentes.

Tanto en Estados Unidos como en Europa, las agencias de transporte están pidiendo la integración de antenas de corto alcance para los semáforos, que ayudarían a los conductores que cuentan con el sistema Glosa en sus vehículos.

El estudio del MIT cita el caso de un prototipo de Audi en 25 semáforos de Ingolstadt, Alemania, pero nuevamente el costo es el obstáculo para su uso generalizado, a nivel de infraestructura.

Es por eso que el SignalGuru funciona sólo con los teléfonos celulares, sin necesidad de inversión en infraestructura y con el consiguiente abaratamiento del sistema.

Fuente:
bbc.co.uk

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