Uno de los grandes compromisos en la Universidad Autónoma de Tamaulipas es, sin duda alguna, el hecho de que el rector José María Leal Gutiérrez ha instrumentado una serie de estrategias que le han colocado entre las mejores del país en muchos renglones.
El ámbito académico ha crecido en forma importante gracias a estos lineamientos que, a través de los directores de las Unidades Académicas de la UAT funcionan, y para muestra, las evaluaciones externas que han ubicado a casi todas las escuelas en niveles de reconocimiento.
No sucede lo mismo en toda la casa, como suele acontecer en cualquier hogar: siempre hay un rincón que guarda el polvo, un poquitín de basura o que es nido de gérmenes o algo no deseado.
Hace prácticamente un año, el profesor Marcial Butén concluyó sus estudios de maestría en forma por demás satisfactoria: ganó el reconocimiento universitario que se otorga a los mejores entre los mejores, y eso es un motivo de orgullo para la Unidad de Ciencias de la Educación, donde cursó su maestría, y para la Unidad de Derecho y Ciencias Sociales, donde tenemos el privilegio de contar con un excelente catedrático.
Sin embargo, por desconocimiento del personal de servicios escolares, falta de capacidad o exceso de burocratismo, el maestro no puede tener su cédula profesional. Ignoran los muchachos que no tienen el conocimiento necesario que una persona naturalizada tiene los mismos derechos que cualquier mexicano.
A Butén lo conocemos todos en Victoria y sabemos de su enorme calidad humana y académica; sabe lo que hace y lo hace bien, sin embargo, le han depositado en el camino todos los escollos posibles para que no obtenga su cédula.
El problema grave en el área de Servicios Escolares oscila en la capacidad de quienes dirigen el área, y de quienes tienen a su cargo los trámites. Es una de las áreas más remodeladas que luce prácticamente desierta en cuanto a personal que atiende.
Encontramos asiduos clientes a una cafetería o alegres paseantes por la plaza Hidalgo, pero pocas veces, la decisión de atender y solucionar los asuntos necesarios.
El profesor Butén ha solicitado esa audiencia que le es negada sistemáticamente, y sus trámites para la obtención de la cédula de sus estudios sigue en lo mismo.
No se puede tener el conocimiento necesario cuando se ha estudiado una carrera de humanidades que nada tiene que ver con aspectos legales, y ese tipo de empleados abundan en el área: fueron cambiados los que sabían hacer las cosas por los amigos y subalternos de un grupo que aspiró a manejar la política universitaria y hoy en día se muestra en la fase que los expertos llaman “decadencia”, y que no es más que la necesidad de un cambio, que urge a ese grupo, pero más a nuestra Universidad, porque si algo ha caracterizado a la administración del rector Leal Gutiérrez es la decisión de hacer eficiente toda área administrativa.
Definitivamente, y Regina, quien también tiene problemas para que le entreguen su título y cédula sabe que decimos la verdad, al igual que el profesor Butén, seguramente darían lo que fuera por solicitar ese cambio en la imagen de Servicios Escolares por una eficiente, digna de una universidad como la de Tamaulipas, en la que muchos nos hemos preocupado porque funcione todo de la mejor manera posible.
¿Cuándo harán caso al distinguido y excelente profesor en su petición, natural, de obtener su cédula profesional?
¿Dónde está la calidad que se ufanaron en publicitar?
El rector seguramente tomará cartas en el asunto, un asunto que de repente tiene aromas desagradables y que tienen que ver con todo… menos con el ámbito académico, administrativo… o moral.
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Fallas en servicios escolares de la UAT
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