La sonda Voyager llegó a donde nadie pensó que llegaría

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La posibilidad de que la nave espacial Voyager-1 pueda haber dejado el Sistema Solar está siendo objeto de acalorados debates.

Lanzada en septiembre de 1977, la sonda fue enviada inicialmente para estudiar los planetas más alejados del Sol, pero siguió adelante.

Los investigadores que estudian los datos dicen que la nave parece ahora estar en un ámbito del espacio más allá de la influencia de nuestra estrella.

Pero la Agencia Espacial de Estados Unidos (NASA), que gestiona la Voyager, dice que considera que la sonda aún está dentro del Sistema Solar.

La sonda está actualmente a más de 18.000 millones de kilómetros de la Tierra, o lo que es lo mismo, a 123 veces la distancia entre nuestro planeta y el Sol.

Los detalles de su ubicación y la información que envía fueron publicados por la revista Geophysical Research Letters (GRL).

Tiene en cuenta los datos que la nave espacial ha estado reuniendo sobre los cambios en su medio ambiente los que, desde hace algún tiempo, han sugerido que estaría a punto de cruzar la frontera del Sistema Solar: la llamada heliopausa.
Detección de rayos cósmicos

Voyager ha estado detectando un aumento en el número de partículas de alta energía, o también rayos cósmicos, que vienen hacia la nave desde el espacio interestelar.

Al mismo tiempo, la grabación muestra un descenso en la intensidad de las partículas energéticas que vienen “desde atrás”, esto es, desde nuestro Sol.

El pasado 25 de agosto, se produjo un gran cambio. Fue lo que los autores del artículo de GRL llaman un “helioabismo”.

“En pocos días, la intensidad heliosférica de la radiación atrapada disminuyó, y la intensidad de los rayos cósmicos subió como cabría esperar si se saliera de la heliosfera”, explicó el profesor Bill Webber de la Universidad Estatal de Nuevo México en Las Cruces.

Tiene en cuenta los datos que la nave espacial ha estado reuniendo sobre los cambios en su medio ambiente los que, desde hace algún tiempo, han sugerido que estaría a punto de cruzar la frontera del Sistema Solar: la llamada heliopausa.
Detección de rayos cósmicos

Voyager ha estado detectando un aumento en el número de partículas de alta energía, o también rayos cósmicos, que vienen hacia la nave desde el espacio interestelar.

Al mismo tiempo, la grabación muestra un descenso en la intensidad de las partículas energéticas que vienen “desde atrás”, esto es, desde nuestro Sol.

El pasado 25 de agosto, se produjo un gran cambio. Fue lo que los autores del artículo de GRL llaman un “helioabismo”.

“En pocos días, la intensidad heliosférica de la radiación atrapada disminuyó, y la intensidad de los rayos cósmicos subió como cabría esperar si se saliera de la heliosfera”, explicó el profesor Bill Webber de la Universidad Estatal de Nuevo México en Las Cruces.

Fuente:
BBC.co.uk

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