Ayer lunes, primer día hábil de junio, inició la aplicación del examen de conocimientos o prueba ENLACE, en su versión 2013, para los estudiantes inscritos en tercero, cuarto, quinto y sexto grado de la escuela primaria del Sistema Nacional de Educación, sin importar si son escuelas públicas o privadas.
Después de cuatro años de venir aplicando esta prueba, el sitio oficial de ENLACE sigue dando respuestas a las preguntas más frecuentes como “no existe una guía oficial para el examen”, tampoco tiene costo para los padres de familia, alumnos o docentes y tampoco se requiere adquirir otros materiales para que el alumno estudie o se prepare.
La prueba se aplica durante dos días seguidos con cuatro sesiones diarias de 45 minutos cada una y de acuerdo a las características de la región geográfica y las autoridades locales, son los mismos profesores quienes hacen la aplicación a sus alumnos. En ocasiones se intercambian por escuela o en la propia zona escolar.
Hasta el sexenio pasado se insistió en difundir que ENLACE no reemplaza las evaluaciones parciales ni finales que los maestros realizaban. Más bien los resultados proporcionaban información diagnóstica sobre las fortalezas y debilidades en el aprendizaje de temas y contenidos, a fin de reforzar y mejorar las habilidades y conocimientos en los estudiantes.
Desde la primera aplicación de ENLACE en el año 2009, se dijo que los padres de familia pueden participar supervisando la aplicación de la prueba para contribuir a lograr un proceso transparente y confiable, por lo que podrían acercarse al director de la escuela para que les orientara en formas de participación alterna.
Inicialmente se planeó para que los resultados sirvieran como base para la capacitación a los maestros frente a grupo, además de seleccionar las escuelas que requieren apoyos especiales y de la elaboración de materiales didácticos para apoyar el aprendizaje.
Una realidad es que la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha difundido los buenos y malos resultados obtenidos en las aplicaciones en sus diferentes versiones. También se sabe que las matemáticas siguen siendo el “coco” de todos los estudiantes, por lo menos del país y nulos son los cursos para los maestros que “salieron mal”.
Otra realidad es que las autoridades educativas han hecho caso omiso de las denuncias documentadas sobre las incongruencias detectadas en las preguntas a los alumnos. En Tamaulipas unos padres de familia en Xicoténcatl, hicieron denuncia pública de ello y el silencio fue la respuesta local y nacional.
Más denuncias se han hecho por la presunta “comercialización de la prueba ENLACE” y pese a las demandas judiciales, incluyendo ante la PGR, no ha habido un seguimiento ni de las autoridades escolares o de las instancias jurídicas.
También ha resultado cierto que aquellos padres de familia o profesores que han levantado la voz para gritar irregularidades en la aplicación de la prueba ENCLACE, han sido personas identificadas en una u otra forma con corrientes políticas adversas al estado o las instituciones, como en el caso de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), grupo antagónico no solo a Elba Esther Gordillo, sino a todo lo que pueda significar autoridad.
Ayer las principales agencias informativas del país, difundieron las declaraciones del Secretario General de la Sección 9 del SNTE, Francisco Bravo, en relación a la venta clandestina de ejemplares de la prueba ENLACE.
Aclaro con gusto que esta sección sindical, desde hace varios trienios, se identifican con la CNTE, al igual que la 22 de Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero. La 9° pertenece a maestros de primaria y preescolar de la capital del país.
El denunciante advirtió que en algunas regiones del país se venden copias de la prueba ENLACE para que la evaluación de las escuelas sea positiva y con esto las instituciones puedan acceder a los estímulos del gobierno federal.
El precio de la copia oscila entre los 300 y dos mil pesos, por lo que de comprobar la veracidad de la denuncia, los maestros de la CNTE pedirán la cancelación de la aplicación de ENLACE hasta que se investigue esta “corrupción”.
Para la CNTE los responsables de la comercialización son los miembros del “charrismo sindical del SNTE”, aunque siempre se ha manejado la misma postura. Es decir, desde que Elba Esther era su presidenta.
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