Reynossa, Tamps.-Inflado por el aparato publicitario de las televisoras (siempre dispuestas cuando hay ganancias económicas de por medio) el fenómeno social de las últimas semanas la pelea de box entre Saúl “Canelo” Álvarez y Floyd Mayweather solo demuestra la pasmosa realidad cuando se pretende llevar los superficial al extremo.
En los días previos al combate, los medios nacionales, principalmente Televisa y Tv Azteca se dedicaron a ensalzar la figura del aficionado al boxeo que para entonces ya se había convertido en una suerte de quimera en la televisión, lo mismo anunciando refrescos que apareciendo en la serie “La Rosa de Guadalupe”.
Llegado el día del desafío se pudo apreciar en toda su inmensidad el ridículo de Álvarez frente a un boxeador profesional y dedicado enteramente a ese deporte y no a inflar las carteras de patrocinadores en la televisión estadunidense.
Hubo optimistas que supusieron que “Canelo” Álvarez daría motivos de orgullo patrio, tras las decepcionantes derrotas de la selección mexicana de futbol, pero ese optimismo estaba lejos de fundamento.
Desde antes las apuestas estaban a favor de Mayweather, pero el cariño de la afición mexicana, siempre inclinada al morbo y solidarse con quienes sabe que serán víctimas estaban con él nacido en Guadalajara.
La pelea fue una exhibición mediocre, llevando la peor parte “Canelo” Álvarez, quien fue ubicado en su realidad falta, el oropel y lentejuela bordados a su alrededor por las televisoras mexicana fue destruido por los puños de Mayweather.
Así, “Canelo” Álvarez no pasa a ser más que otro fardo humillado en el ring y con la consigna de seguir su vida, pero fuera de los cuadriláteros.
Las experiencias nunca se equivocan y así como “Canelo”, fueron tambien fracasos fugaces los productos publicitarios llamados: Jorge Kahwagi, Omar Chaparro, alguien los recuerda?