Los excesos y el exceso de comida se combaten con abundante actividad física

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Está claro que durante las fiestas nos excedemos con la comida. Una buena manera de hacerle frente es aumentar la cantidad de ejercicio físico.

Año tras año ocurre lo mismo: durante las fiestas de Navidad y fin de año nos excedemos en las comidas y la cantidad de calorías ingeridas en esos días se dispara.

Para hacerle frente a esta realidad, compleja de cambiar por el lado de “comer menos”, un reciente estudio médico mostró una pista posible: aumentar la cantidad de ejercicio físico para disminuir las consecuencias negativas para la salud.

Según el artículo publicado en la revista médica The Journal of Physiology, “el ejercicio ayuda a contrarrestar los efectos fisiológicos de los excesos de Navidad y año nuevo”.

Se sabe que el ejercicio físico hecho en forma diaria reduce muchos de los efectos fisiológicos nocivos de los excesos de comidas. Y ya en estudios anteriores se había comprobado que, incluso un puñado de días de excesos de entrada de energía -cuando se consumen más calorías de las que se queman- trae consecuencias perjudiciales para la salud.

Este nuevo trabajo muestra que cantidad extra y diaria de ejercicio genera grandes beneficios fisiológicos. Y esto se mantiene inclusive cuando se consumen temporariamente varios miles de calorías más de las que se “queman”

Claramente, el ejercicio contribuye con la salud corporal mucho más allá de simplemente “reducir” el excedente de calorías.

James Betts , uno de los investigadores responsables, y profesional de la Universidad de Bath, dijo: “esta nueva investigación demuestra que la contribución del ejercicio es más sofisticada que, apenas, ayudar a “quemar” energía extra. La actividad física tiene efectos positivos incluso cuando estamos almacenando de forma activa esa energía y ganando peso”.

LOS DETALLES
Lo que encontraron es que, tras apenas una semana de comer en exceso, el metabolismo ya mostraba un mal control de azúcar en la sangre y desbalances nutricionales. Sin embargo, estos efectos negativos eran marcadamente menores entre los que seguían una dieta excesiva, pero estaban haciendo abundante ejercicio físico.

Jean-Philippe Walhin, otro de los responsables del trabajo, afirmó: “Nuestra investigación demuestra que un corto período de consumo excesivo y la reducción de la actividad física conlleva cambios negativos muy profundos en varios sistemas fisiológicos de las personas. Pero una dosis diaria extra de ejercitación logra moderar la mayoría de estos cambios insalubres”.

En el estudio se pidió a 26 hombres jóvenes y sanos quedarse “sedentarios” en sus actividades cotidianas. Luego, a la mitad del grupo se le pidió que ejercitara diariamente en una cinta durante 45 minutos. Y a todos se les pidió comer en exceso.

El grupo que no hacía ejercicio aumentó su consumo de calorías en un 50 %, mientras que el grupo que sí hacía ejercicios aumentó en un 75%, por lo que el excedente de energía neta diaria para los 26 integrantes era el mismo.

Después de una semana de este “régimen”, en ambos grupos se midió la insulina en sangre y se hicieron biopsias de tejido adiposo.

LOS RESULTADOS
El grupo que no hacía ejercicio mostró un descenso significativo y poco saludable en su control de azúcar en la sangre y sus células de grasa sobreexpresaron genes vinculados a cambios metabólicos insalubres.

En cambio, el grupo que sí hizo ejercicio tuvo niveles estables de azúcar en sangre y sus células grasas mostraron una menor expresión genética “indeseable”.

Philippe Walhin resumió: “la sobrealimentación en el corto plazo y la reducción de la actividad física tuvieron un impacto dramático en la salud metabólica global de los participantes y el ejercicio ayudó a prevenir estos cambios negativos, incluso aunque la energía de las calorías extras seguía siendo almacenada y el peso se elevaba”.

Claramente, aumentar la cantidad de ejercicio físico diario es muy saludable, especialmente durante las fiestas.

Fuente:
NeoMundo.com.ar

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