En una gran pelea, en la que hubo emociones, boxeo de gran nivel y sobre todo justicia, el filipino Manny Pacquiao pudo vengarse anoche del norteamericano Timothy Bradley, al derrotarlo por decisión clara y unánime ante un llenazo en el Grand Garden Arena del hotel MGM, para recuperar el campeonato mundial welter de la Organización Mundial de Boxeo. Pacquiao se cobró así la afrenta de aquella decisión en contra frente al mismo Bradley, del 9 de junio de 2012, cuando el estadounidense se llevó un veredicto sumamente controversial. Esta vez no hubo sorpresas, ni despojo. Dos jueces le dieron la victoria a Pacquiao por cifras de 116-112, y el restante por 118-110.
FUE EL MEJOR
Pacquiao se llevó con justicia el triunfo porque fue el que conectó los mejores golpes, el que siempre estuvo buscando la pelea, ante un enemigo peligroso y oportunista, que dio la sensación de que si hubiera realizado un boxeo más ofensivo, hubiese podido lograr algo más. Pero no se decidió, más que en contadas ocasiones. Ambos peleadores pusieron sobre el ring sus planes de combate, como si fuese un juego de ajedrez. El filipino atacó desde el primer asalto con su reconocido boxeo alegre, y con sus venenosos golpes de izquierda. En los rounds primero, segundo y tercero el asiático fue el mejor, y su izquierda llegaba una y otra vez ante la algarabía del público, que en un 95 por ciento estaba con él. Pero Bradley demostró que no iba a ser presa fácil, y a partir del cuarto asumió el ataque, y sus precisas derechas comenzaron a llegar de lleno al rostro de Pacquiao. Bradley pasó así a dominar el cuarto episodio, y también el quinto y el sexto. Pacquiao se veía desconcertado, porque su rival había encontrado el rumbo de su man o derecha para conectarlo. Pacquiao recuperó la brújula a partir del séptimo. Soportó varias derechas del norteamericano, y de repente como un tigre se fue a la ofensiva, y con una lluvia de ganchos cimbró a Bradley. El octavo lo vimos parejo, pero Manny volvió a ser el amo en el noveno, cuando se movía bien a los lados para eludir la derecha de Bradley, y asestarle su poderosa zurda, táctica que siguió empleando en el resto del combate. Los últimos tres rollos fueron intensos, por momentos electrizantes, pero Pacquiao era el que imponía las condiciones. En el último asalto hubo un cabezazo accidental, y el filipino salió cortado de la ceja izquierda, pero ya tenía el triunfo en la bolsa. Pacquiao tiene ahora marca de 56-5-2 y 38 KO. Bradley tiene ahora 31-, y 12 KO. Perdió el campeonato del mundo y el invicto. Y Manny mostró que otra vez está en la cima del boxeo, y en plenitud.
POR ERNESTO CASTELLANOS G.
ENVIADO ESPECIAL
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