La leyenda de un escondite nazi en plena selva de Misiones, en el noreste de Argentina, es casi tan vieja como la caída misma del Tercer Reich en 1945.
Pero ahora una investigación del Centro de Arqueología Urbana (CAU) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) parece estar a punto de confirmar la especie, aunque con una importante salvedad.
Según el director del CAU, Daniel Schávelzon, la mal denominada “Casa de Bormann” nunca alojó al secretario personal del líder de la Alemania nazi Adolfo Hitler, como siempre ha dicho la leyenda que la ciencia ahora está ayudando a desentrañar.
Lo que se sabe es que dicha casa estaba compuesta por tres inmensas edificaciones que se levantan en medio de la espesura en lo que ahora es el parque Teyú Cuaré, cerca de la frontera con Paraguay.
Y sus gruesos muros de piedra –de hasta tres metros de espesor– tampoco son el vestigio de una vieja misión jesuita remodelada para acoger al hombre de confianza del Führer, como aún se afirma en los letreros con los que el parque intenta explicar la incongruente edificación.
Pero los investigadores de la UBA, sin embargo, sí creen que los muros fueron levantados por orden de Alemania para servir de escondite a la jerarquía nazi en caso de una eventual derrota en la Segunda Guerra Mundial.
Fuente:
BBC.co.uk