Un grupo de científicos estadounidenses descubrió en ratones un circuito cerebral que controla el consumo de alcohol y puede ser utilizado para predecir la probabilidad del desarrollo de la adicción a la bebida, segíºn un estudio publicado el 22 de noviembre en la revista Science.
Para evaluar el nivel de adicción de los roedores al alcohol, los investigadores les dieron a ingerir una solución al 15 % de etanol. Con el tiempo, empezaron a añadir a la bebida un sabor amargo para asociar su consumo a una consecuencia negativa.
Los investigadores dividieron entonces a los ratones en tres grupos segíºn cuánto y cómo bebían: poco, mucho o compulsivamente. Estos íºltimos seguían mostrando el mismo comportamiento descontrolado pese a su mal sabor.
Al examinar con microendoscopia los cerebros de los animales antes, durante y después de consumir el etanol, descubrieron que la ingestión compulsiva de alcohol estaba vinculada con la relación neuronal entre dos regiones cerebrales: el córtex prefrontal medio y la sustancia gris periacueductal. Al incentivar o suprimir esa conexión, lograron alterar la actitud de los roedores hacia la bebida.
Fuente:
RT.com