-El tráfico normal se desvía hacia Eagle Pass-Piedras Negras.
Laredo, Texas.-Ante el arribo de miles de migrantes procedentes de Haití y otros países centroamericanos que se encuentran estacionados en la región fronteriza de ciudad Acuña y su similar de Del Rio, en Texas, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) determinó cerrar de manera temporal el cruce a Estados Unidos por esta frontera, de acuerdo a un informe oficial de esta oficina estadounidense.
Este cierre será temporal para dar tiempo a que CBP responda a las necesidades y a la urgencia de seguridad y protección a las que obliga la presencia de migrantes de los países mencionados que siguen arribando a esta región fronteriza.
Con esta acción se pretende proteger los intereses de Estados Unidos, además de ayudar a garantizar la seguridad de los viajeros y ciudadanos que utilizan esta frontera común de manera constante para realizar sus actividades en ambos lados de la frontera.
“Este cierre y cambio temporal es necesario para que CBP responda a las necesidades urgentes de seguridad y protección presentadas por la afluencia de migrantes a Del Río, y es efectivo deinmediato. Promoverá y protegerá los intereses nacionales y ayudará a garantizar la seguridad del público viajero, el tráfico comercial y los empleados e instalaciones de CBP”, informa esta oficina a través de un comunicado oficial difundido la tarde de este viernes.
De tal manera, el cierre temporal permitirá administrar los recursos de manera más efectiva, además de garantizar el flujo del comercio y los viajes transfronterizos, por lo que el tráfico normal por el puente internacional Amistad Dam y el puente internacional Del Río, se dirigirá 57 millas al Este hasta la frontera de Eagle Pass-Piedras Negras.
Desde que arreció la crisis en Haití por el asesinato del presidente JovenelMoise y por los efectos del Huracán ‘Grace’, miles de haitianos han salido de su país con la finalidad de buscar mejores condiciones de vida en Estados Unidos, por lo que desde hace días llegaron a la Central de autobuses de Saltillo, Coahuila, de allí emprendieron un penoso viaje hasta la frontera de Ciudad Acuña, distante tan solo 269 kilómetros al oeste de Nuevo Laredo.
Las autoridades tanto mexicanas como estadounidenses se han visto imposibilitadas para detener esta nueva ola migratoria que amenaza con convertir la crisis migratoria en una nueva crisis humanitaria.
En Nuevo Laredo las autoridades se mantienen a la expectativa ante el temor de que una nueva ola de migrantes llegue a la ciudad, tal y como ocurrió con los cubanos hace 4 años, y con los africanos hace dos, ya que la ciudad no cuenta con recursos para enfrentar una nueva oleada de migrantes en momentos del cambio de gobierno municipal, y porque el gobierno federal suspendió desde el 2019 toda la ayuda para fines humanitarios a los migrantes.