Alemania inauguró una línea ferroviaria que funcionará íntegramente a base de hidrógeno, un avance para descarbonizar al transporte por ferrocarril.
La flota, que contará con 14 trenes Coradia iLint, fue producida por el grupo francés Alstom y cubrirá una línea de 100 kilómetros que conecta las ciudades de Cuxhaven, Bremerhaven, Bremervörde y Buxtehud, cerca de Hamburgo.
Las ventajas del tren de hidrógeno
Los trenes de hidrógeno representan una vía prometedora para reducir las emisiones de CO2 y reemplazar el diésel. La nueva flota, que costó 93 millones de euros, evitará generar 4,400 toneladas de CO2 cada año, según la LNVG, la compañía que opera la red a nivel regional.
El Coradia iLint, de Alstom, es completamente libre de emisiones, silencioso y solo emite vapor de agua. Este tren, que ganó el Premio Alemán de Diseño Sostenible 2022, es único por su combinación de diferentes elementos innovadores: conversión de energía limpia, almacenamiento flexible de la energía y gestión inteligente tanto de la potencia tractora como de la energía disponible (combina el hidrógeno almacenado a bordo con el oxígeno presente en el aire, gracias a una pila de combustible que produce la electricidad necesaria para asegurar la tracción del convoy).

El tren viajará entre 80 y 120 kilómetros por hora, con una velocidad máxima de 140 kilómetros por hora. (Infografía: Tec Review)
Aunque una parte de los trenes europeos son eléctricos, aún existen muchos que se mueven con diésel, sobre todo los de cercanías.
Tan solo en Alemania, “entre 2,500 y 3,000 trenes diésel podrían ser remplazados por trenes de hidrógeno”, declaró Stefan Scharank, jefe del proyecto en Alstom.
“En 2035, entre el 15% y el 20% del mercado europeo de trayectos regionales podría funcionar con hidrógeno”, confirmó Alexandre Charpentier, experto ferroviario de la consultoría Roland Berger.
El lado B del hidrógeno
Pero más allá de esta alentadora perspectiva, hay algunos obstáculos que sortear y es que no solo los trenes andan “buscando” hidrógeno, sino todo el sector del transporte, por carretera o por aire, así como la industria pesada –siderúrgica y química–, que están contando con esta tecnología para reducir las emisiones de CO2.
El hidrógeno no está necesariamente exento de carbono. El hidrógeno verde, fabricado a base de energías renovables, se considera sostenible. Al mismo tiempo existen otros métodos de fabricación, más habituales, pero emiten gases de efecto invernadero, ya que se basan en energías fósiles.
El instituto de investigación francés IFP, especializado en cuestiones energéticas, explica que actualmente el hidrógeno procede en un 95% de la transformación de energías fósiles y casi la mitad viene de la transformación de gas natural.
Un doble problema, por la contaminación que supone el uso del gas y por las dificultades de suministro de esta materia prima en Europa que, en buena medida, dependiente de un gas ruso convertido en arma política con la guerra de Ucrania.
Fuente: tecreview.tec.mx