El grito internacional sobre la contaminación ambiental fue con la idea de pedir la colaboración mundial para intentar corregir el desmedido uso de artículos que contaminan aire, tierra y agua.
Hasta de manera obligatoria apareció en planes y programas de estudios de todos los niveles escolares de México, el curso de Ecología, donde los escolares lo mismo hicieron periódicos murales hasta ensayos de la ciencia.
A finales de los años 80, los ‘sabios del ambiente’ aseguran que la Ciudad de México presentaba muy altos niveles de ozono, por lo que sugirieron medidas reductoras de contaminantes, propuesta impulsada por organizaciones ciudadanas.
El Ing. Heberto Castillo, inventor de la tabla roca, sugirió la perforación de algunos montes que cercan el antes DF, para colocar gigantescos abanicos que funcionaran como extractores de los humos contaminantes, solo que su propuesta no se aceptó.
Inicialmente surgió el programa “Un día sin auto”, donde se pretendió que los ciudadanos voluntariamente no usaran el vehículo particular con la idea de reducir la polución, aunque poco ayudó la medida.
Como regalo del 79º Aniversario de la Revolución Mexicana, el 20 de noviembre de 1989 el gobierno del entonces Distrito Federal y el del Edomex, lanzaron el programa “Hoy No Circula” aplicado la Zona Metropolitana del Valle de México, aunque en forma temporal, volviéndose obligatorio en 1990.
La justificación era reducir la contaminación, pero la realidad es que terminó como un negocio para las arcas de la capital, luego los beneficiarios fueron los talleres mecánicos donde se realizan la verificación y finalmente para las empresas vendedoras de autos, pues hubo quienes compraron otro.
La molestia no solo fue para los ciudadanos con auto en el DF, sino para los visitantes en auto con placas foráneas, pues hasta la fecha, tienen restricciones muy severas, que van desde la multa financiera y la incautación del auto, con el consiguiente pago de pensión obligatoria.
La novedad es que en Tamaulipas algún funcionario vuelve a arremeter con aplicar el programa Hoy No Circula, aunque dice que “…dependiendo de los resultados en los estudios de emisiones que en breve se realizará.”
La razón de la copia del programa Hoy No Circula para Tamaulipas, originalmente se decía que era debido al incremento en la cantidad de vehículos registrados en las últimas dos décadas, especialmente en Reynosa, Matamoros, Nuevo Laredo y Ciudad Victoria. Es decir, dicen que existe una sobrepoblación vehicular que genera altos niveles de contaminación atmosférica. El mismo justificante de la capital del país.
El subsecretario de Medio Ambiente en Tamaulipas, Karl Heinz Becker, dice que cualquier decisión estará basada en los datos que arroje el inventario de emisiones que ahora mismo se está realizando. Lamentablemente usted y yo sabemos cuál será la conclusión, desde antes concluir sabemos en qué puede terminar el tema.
Es cierto que hay necesidad de implementar medidas para disminuir los efectos de la contaminación, pero sabemos bien que el programa en la CDMX es más recaudatorio que correctivo.
Por otro lado, no obviemos que la capital del país está rodeada de un sistema montañoso que evita salgan los contaminantes y los mismos vientos no permiten la liberación del veneno en el aire. De ahí la propuesta de Heberto Castillo.
En este mismo tenor, las ciudades tamaulipecas están bien ventiladas, empezando por Victoria que se encuentra en un área geográfica privilegiada, pues solo por el sur está una parte de la Sierra Madre… Entendemos que la Hacienda Pública en Tamaulipas requiere de finanzas más fortalecidas.
Además, el mismo funcionario también habló de la instalación de Centros de Verificación Vehicular en el estado y hasta ya tienen contemplado que en una primera etapa serán ¿instalados? en la zona sur de Tamaulipas, ahí entra el beneficio de la iniciativa privada, con el respectivo pago de impuestos.
Las autoridades responsables de la toma de decisiones deben considerar que pese al tiempo de llevar funcionando el programa Hoy No Circula en la capital del país, la contaminación atmosférica no ha disminuido ni un ápice. Por el contrario, las restricciones se han multiplicado, al grado que hasta puede haber dos días que no pueda mover su automóvil, sin recibir nada a cambio.
¿Recaudación o solución ecológica?