-Llegaron allí porque sus padres no pueden atenderlos.
Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Los 15 niños que viven en el Ejército de Salvación tendrán su Fiesta de Noche Buena mañana por la tarde en las instalaciones de este refugio para menores; se les preparará una comida especial de la temporada, además de juguetes para cada uno, y al terminar se irán con sus familiares a pasar el resto del año con ellos.
El Ejército de Salvación forma parte de la Iglesia Evangélica Universal Cristiana que opera en esta frontera, y son niñas y niños de 6 a 12 años de edad provenientes de familias de escasos recursos económicos, y gracias a donaciones de grupos y personas altruistas, reciben los cuidados y atenciones necesarios.
El capitán Ángel López, responsable de este lugar, mencionó que se trata de apoyos en especie y ropa, pero que en esta temporada les obsequian juguetes y regalos relacionados, lo que les permite a estos niños vivir de manera cómoda durante todo el año.
En este mes algunas personas se hacen cargo de los niños al convertirse en sus ’padrinos’ quienes hacen posible que las 4 niñas y los 11 niños tengan una agradable Navidad y un muy feliz año nuevo.
Todos van a la escuela de lunes a viernes, pero los fines de semana se van con sus familias que los ayude para regresar a albergue el domingo por la tarde, pero luego de salir con sus familias la tarde del 24 de diciembre, regresarán hasta enero del próximo año para continuar con el ciclo escolar.
La mayoría de estos niños son de reciente ingreso, y solo tres tienen dos años en este lugar, ya que quienes terminaron su secundaria y su preparatoria tuvieron que salir del lugar por haber rebasado el límite de edad permitido por esta organización.
“Es para darle oportunidad a otros niños en edades de primaria y de secundaria para que puedan concluir sus estudios”, explicó.
A diferencia de otros niños que hace algunos años ingresaron a este refugio, los que se encuentran en este momento son niños y niñas cuyo único problema es pertenecer a familias de muy escasos ingresos económicos, y al no poder ser atendidos por sus padres, solicitaron su ingreso para un mejor futuro para ellos.
“El problema para ellos es que al no poder ser atendidos por sus padres, a veces se encuentran expuestos en las calles, debido a que uno de los padres o los dos trabajan y no pueden atenderlos, por lo que vienen, los inscriben y se les ayuda durante todo el ciclo escolar”, explicó el capitán López.
Mencionó López que al llegar por vez primera a este refugio se les da la bienvenida, les muestran las instalaciones y a los demás niños para que se conozcan y se familiaricen con las diferentes actividades que se realizan en este lugar.