La patada de Trump contra el clima

          Trump ya es presidente y empieza a signar sus decretos endemoniados. Ya le ha tocado al clima tras firmar una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Se trata de un pacto suscrito por la mayoría de los países del mundo.

          Tras la rúbrica, se ha enviado una carta informativa a la ONU y, será dentro de un año, cuando será totalmente efectiva la retirada de la Unión Americana de dicho acuerdo y así pasará a sumarse a Libia, Irán y Yemen que son los únicos países que no reconocen este esfuerzo climático conjunto.

          A nadie debe sorprender esta acción que además estaba muy cantada por el republicano que siempre por siempre tenderá a proteger a los grupos industriales. Contamina luego existe.

          Pero sí es lamentable este nivel de egoísmo y narcisismo en momentos en que hoy los datos climáticos son mucho peores que cuando Trump vivió su primer período como presidente.

          De acuerdo con el informe sobre el estado del clima de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) 2023  fue un año muy caluroso pero 2024 rompió un hito porque por vez primera se superó los 1.5 grados centígrados.

Los niveles de gases de efecto invernadero son de récord así como las temperaturas globales junto con el aumento del nivel del mar y el deshielo registrado este año en la Antártida.

Los fenómenos meteorológicos extremos están destruyendo vidas y medios de subsistencia a diario, lo que subraya la necesidad imperiosa de garantizar que todas las personas estén protegidas por los servicios de alerta temprana.

De acuerdo con el informe anual publicado por Global Carbon Project, el total de CO2 emitido a la atmósfera, lejos de reducirse,  obtuvo un nuevo récord en 2023, con 40 mil 900 millones de toneladas.

          En este estudio elaborado por científicos queda al descubierto que las políticas de descarbonización no son homogéneas a nivel global porque el grado de compromiso adquirido depende de cambios en las políticas públicas y del financiamiento a la transición ecológica.

A COLACIÓN

          El  verano de 2023 y de 2024 han sido los   calurosos jamás registrados, incluso los países nórdicos que antes gozaban de temperaturas medias de entre 19 y 21 grados padecieron temperaturas cercanas a los treinta grados. Las regiones sur y fundamentalmente las ubicadas en la franja del Mediterráneo tuvieron más días promedios en que la temperatura superó los 40 grados centígrados. La sequía se agudizó en el hemisferio sur, no solo porque se profundizó la desertificación, también por la ausencia de lluvia.

Algunos de los peores calores extremos se sintieron en el sur de Europa y el norte de África en julio, donde los termómetros alcanzaron los 48.2 grados centígrados en Italia y los 50.4 grados centígrados en Marruecos.

Los incendios también se aceleraron a nivel mundial: la temporada de incendios forestales de Canadá quemó un área más de seis veces mayor de lo normal, lo que también causó una grave contaminación por humo en las áreas densamente pobladas del este de Canadá y, recientemente hemos visto, la devastación en California con cientos de residencias ardiendo.

          En el último quinquenio, la  ONU ha recurrido a un discurso apocalíptico para ver si los políticos y gobernantes reaccionan pero sigue siendo lenta la respuesta. Y, ahora, vuelve Trump para echarnos un jarro con agua fría.

Los estragos por el cambio climático son evidentes, sin embargo, el negacionismo es tendencia no solo hay políticos que proclaman que es una falsedad, lo hay igualmente poderosos empresarios deseosos de seguir incrementando su facturación para no hacer nada por contaminar menos. Ahora, Trump, echará a bajo las regulaciones ecológicas implementadas por la anterior administración de Joe Biden. Para él la competitividad es primero, así arda medio Estados Unidos… tiempo al tiempo.

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