El gobierno nipón más débil que nunca

A  días,  del 80 aniversario de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki,  en Japón hay una turbulencia política que podría terminar con la renuncia del primer ministro.

El  discurso ultranacionalista, conservador, xenófobo y proteccionista del presidente de Estados Unidos ha fungido como un disruptivo a escala global; como si fuese una epidemia ideológica. Y, Japón, no ha quedado indemne.

¿Qué está aconteciendo políticamente hablando en el país nipón? El pasado 20 de julio, en las elecciones legislativas, la coalición de gobierno en Japón formada por el Partido Liberal Democrático (PLD)  y su socio, Komeito, perdieron la mayoría en la cámara alta del Parlamento.

De acuerdo con un análisis del  Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) eso significa un duro golpe contra la confianza en el gobierno del premier Shigeru Ishibaporque su partido ya viene de perder la mayoría en la cámara baja y ello reduce su capacidad legislativa.

Para Ishiba, de 66 años de edad,  desde luego no han sido buenas noticias: si bien desde octubre del año pasado ocupa el cargo de primer ministro y tiene una larga militancia en el PLD y una dilatada carrera política (ha sido ministro de Defensa y ministro de Agricultura) hay gente dentro de su propio partido que no lo quiere.

Diversos observadores políticos consideran que la figura de Ishiba ha quedado muy debilitada e incluso se le señala como el culpable directo de que el PLD, fundado desde 1955, se encuentre en utana posición de debilidad en ambas cámaras algo que no había sucedido antes.

En contraste, se beneficiaron los partidos de línea más dura:  el principal partido opositor, el Partido Democrático Constitucional, ganó 22 escaños; el Partido Democrático del Pueblo obtuvo 17 escaños. Y, el partido populista Sanseito,  logró un avance significativo de  2 a 14 escaños mientras el Partido Conservador de Japón consiguió  sus dos primeros escaños en la cámara alta.

Japón está igualmente contagiado de esa ola ultra que viene causando estragos en Europa, tal y como ha quedado patente, en el discurso político deSanseitoque ha llamado invasores a los inmigrantes.

Sobre el futuro del actual primer ministro pende un halo de incertidumbre: la oposición aguardaba hasta la finalización de las negociaciones comerciales con Estados Unidos para que Ishiba renunciase. Sin embargo, el acuerdo ya ha sido alcanzado y el primer ministro ha salido al paso de los rumores para afirmar que no tiene ninguna intención de dimitir.

No obstante, quedan dos fechas claves en el Parlamento y la oposición podría implementar una moción de censura a Ishiba; una, a principios de agosto, durante la primera reunión de la nueva cámara alta y otra, en septiembre, para discutir  el presupuesto.

A COLACIÓN

El Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que el año pasado, el PIB de Japón creció escasamente 0.1% y para este año, la perspectiva tampoco es más halagüeña, con un PIB marginal esperado  de 0.6 por ciento.

De acuerdo con el  Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) la más reciente campaña electoral legislativa se enfocó en varias cuestiones  y además de los problemas de crecimiento, la primera inquietud está relacionada con  la inflación.

En su estudio, este organismo privado, refiere que hay varios factores  quecontribuyeron al revés electoral de la coalición PLD-Komeito: “ En primer lugar, el gobierno de Ishiba no pudo abordar la creciente frustración pública por la economía y el aumento de los precios, particularmente en los alimentos básicos como el arroz”.

Los salarios han perdido poder adquisitivo frente a una inflación creciente mientras la clase media japonesa se dice frustrada y ve con pesimismo su futuro, sobre todo las generaciones más jóvenes.

El líder de Sanseitoes SoheiKamiya, un profesor de inglés que también se llegó a desempeñar como gerente de un supermercado y que ha catapultado su popularidad gracias a la penetración de su discurso en las redes sociales. Se dice admirador de Trump y de grupos filonazis como el AfD de Alemania.

También culpa a la inmigración de parte de los males económicos y sociales de Japón, con su discurso del odio y del reproche, quiere expulsar a todos los extranjeros a quienes acusa de llegar para encarecer la vida local.  De acuerdo con datos del gobierno japonés hay 3.8 millones de inmigrantes que representan el 3% de la población total.

 

(Visited 1 times, 1 visits today)