Miguel González Salum es un buen hombre. Sabemos de su formación personal y profesional, así como de su capacidad para emprender tareas con éxito. Ya como diputado federal tuvo una buena participación, aunque antes fue dirigente del comercio organizado; como dirigente del sector popular del Partido Revolucionario Institucional también entregó buenas cuentas, motivo por el que fue postulado a la alcaldía que ganó sin problema alguno.
Su función de administrar los recursos y servicios del gobierno municipal no es nada fácil, menos cuando vivimos tiempos de austeridad, de una recesión económica que pega fuerte en diversos sectores, aunque no como en Europa, donde la verdad, están “emproblemados” por los dineros.
El jefe de la comuna victorense ha desarrollado un programa de gobierno que ya ha cumplido su primer tercio de existencia y lo ha hecho bien según la evaluación popular.
No creemos en el comentario de los allegados, porque, si están dentro del presupuesto, dirán que todo es bueno, y los críticos que todo lo ven malo. El juicio popular no falla y es al gente la que le ha entregado el reconocimiento. Falta, claro que sí, pero en ese sentido, lo importante es ver que se sigue avanzando.
Hace apenas unos días anunció un ambicioso programa de bacheo para la ciudad, mismo que se llevó a cabo en muchos y distintos puntos de la geografía urbana de la otrora ciudad de las urracas. Victoria tuvo un programa de bacheo intensivo que fue cortado intempestivamente por las lluvias: el temporal que sacó nuevamente cientos de baches donde habían sido reparados.
Es justo reconocer la función y labor de las autoridades municipales y entender que las inclemencias del tiempo no perdonan partido o administración: atacan de la misma manera, y hoy vemos nuevamente muchos “hoyancos” en nuestras arterias, mismos que, con mucha satisfacción hemos constatado que están siendo atendidos.
Este martes, lejos de los convivios del día del amor y la amistad, cuadrillas de bacheo estaban haciendo su tarea en distintas arterias: las vimos, y aunque nos disgusta el hecho de que tengan que cerrar algunas vialidades en aras de mejorar su aspecto, entendemos que es necesario, y ahí hay que reconocer la labor de la autoridad municipal.
Seguramente tendrá el alcalde que hacer ajustes en su presupuesto, dado que no estaba contemplado que la inversión inicial de bacheo la jorobaran las lluvias que fueron muy bien recibidas por todos, ya que dejan más beneficios que otra cosa.
Nos da gusto, pues, tener autoridades que siguen trabajando: vemos parques rehabilitados, servicios que se han puesto en marcha de nuevo y obras que hablan de un marcado interés del alcalde por mejorar su ciudad natal, propiciado por su afán de servir y su formación personal y familiar, que definitivamente, tiene mucho que ver en todo lo anterior.
¿Qué falta mucho por hacer? Nadie dijo que estaba todo hecho ni que fuera fácil. Si el alcalde González Salum tuviera todo el presupuesto necesario y no se hicieran las obras que queremos todos, entonces sería justo reclamar y criticar su función.
Sin embargo, y en base a los resultados que estamos viendo día a día los que salimos a las calles de Victoria a trabajar y testificar lo que hay y lo que se hace, entendemos que estamos frente a una administración que sin hacer mucho ruido en los medios está impactando en la opinión pública, ya que, como dijimos antes, la gente, los que vivimos en esta ciudad y al recorremos a diario somos testigos de que la ciudad se encuentra en un movimiento interesante que, seguramente, nos permitirá mejorar nuestra imagen y los servicios del gobierno para sus gobernados. Enhorabuena y ojalá no aflojen el paso, porque Victoria tiee prisa por llegar.
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