Nadie pone en tela de duda la importancia que tiene en los pueblos el aspecto de la salud: de ahí surge el entusiasmo y la fuerza de cada uno de nosotros para emprender proyectos de toda índole, y gracias a la salud podemos establecer una serie de proyectos, actividades y esfuerzos en aras de mejorar en cualquier ámbito que se nos ocurra.
Los gobiernos han desarrollado una serie de estrategias que nos permitan vivir sanos, bien, tranquilos y sin padecimientos de esos que originan epidemias y pandemias, con las consecuentes muertes que se cuentan en ocasiones por miles.
Lo cierto es que se gasta mucho dinero en este rubro y ni modo de decir “no se gaste, no se haga”; la salud es la base por la que se sostiene la sociedad: cuando la primera no está presente, la segunda tiene crisis severas que pueden acabar de distintos modos, todos, negativos, pues.
La semana que ha iniciado laboralmente hablando, comenzó con la visita del gobernador Egidio Torre Cantú a las oficinas de la Secretaría de Salud, donde despacha el titular, doctor Norberto Treviño García Manzo, quien recibió al mandatario para luego participar ambos en una importante y larga reunión, donde los mandos superiores de la secretaría estuvieron presentes, para despejar las inquietudes del gobernador tamaulipeco, quien tiene mucho interés en que funcione adecuadamente la batería de servicios de salud que se ofrecen en la entidad.
Mucho se hace todos los días y es una lástima que haya algunos individuos que no sepan ver las cosas en las que se avanza y solamente estén criticando lo que no sale como se esperaba.
Lo grave es que en su gran mayoría, los rumores provienen de las mismas dependencias involucradas. Resulta inverosímil saber que hay personas que se dedican a patear el pesebre en el que fueron mecidas: no se vale ser injusto y malagradecido, porque estos aspectos son los que nos degradan como personas.
El gobernador Torre Cantú recibió las explicaciones técnicas, tácticas, administrativas y políticas que le ofrecieron distintos servidores públicos incorporados al equipo de trabajo del doctor Treviño García Manzo; hay muchas cosas que se tienen que cambiar y el secretario Treviño lo sabe, porque es una persona que está realmente empapado de lo que se considera un fiel retrato de la realidad tamaulipeca.
El doctor tiene un buen equipo de asesores y demás, porque está perfectamente enterado de todo lo que sucede en el sector salud, y también sabe que hay que hacer ajustes en distintos renglones y de toda índole.
Independientemente de lo que se diga en algunos medios, debemos de reconocer la labor tan especial que se lleva a cabo a diario con las vacunas, pláticas para jovencitas adolescentes que tendrán su primer hijo y varios programas que a nivel federal existen y no de ahora, sino que tienen años de existencia, garantizándonos a todos o casi todos un desarrollo pleno de salud y bienestar.
Pues el gobernador Torre Cantú seguramente recibió un diagnóstico muy certero de lo que es la realidad en Tamaulipas y otros puntos de nuestra geografía, y también habrá destinado a través de una serie de acciones, la reorientación -en caso de necesitarse- de algunas estrategias que nacen con el mejor de los deseos, pero que la realidad se encarga en ocasiones de jugarnos malas bromas.
También es justo destacar que el mandatario tamaulipeco se acercó a las oficinas de referencia, siendo atendido por sus colaboradores y subordinados, lo que nos muestra que es muy importante tener un mandatario que se ocupa de los demás, que sale a las calles, dentro de lo que la vida nos permite, y convive con personas como usted o como nosotros: sencillamente comunes y corrientes, pero con un gran corazón ávido de hacer crecer al Tamaulipas que amamos y que tantas cosas nos ha regalado a través de la vida.
Esta estrategia de Torre Cantú merece el sonoro aplauso por la manera que está reinventando para gobernar.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

El título aparentemente está desfasado, Para nada, permítame comentarle de entrada que los precandidatos del PAN a la presidencia de la República que más suenan, usted sabe, son Ernesto Cordero de Hacienda, Santiago Creell Miranda con licencia en el Senado, Alonso Lujambio de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota como coordinadora de su partido con los diputados federales y hasta ahí.
Dicen que “la caballada está muy flaca” –en vocabulario del presidente José López Portillo (1976-1982) cuando le preguntaron de los “tapados” del PRI- sobre todo si hablamos de los Azules, pero dicen se esperan sorpresas.
El “güero” ojiverde Santiago Creell, presionando, sugirió que los precandidatos del PAN solicitaran licencia o renunciaran a los cargos que venían desarrollando y dedicarse de tiempo completo a las campañas.
Lamentablemente para él solo hubo una licencia: la suya, los demás siguen en lo mismo. Lo que se traduce como una falta de convocatoria del “güero”.
Ernesto Cordero sigue haciendo campaña al viejo estilo PRIÍSTA, es decir, aprovechando el presupuesto oficial para ir y venir por todo el país, hablando linduras del presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (2006-2012) , por lo menos eso vino hacer a Monterrey hace unos días.
Quizá la que pinte mejor el celeste es la Diputada Josefina Vázquez Mota, a quien nadie le refuta lo bien preparada, lo bien conducida e incluso la excelente imagen que dejó cuando salió por la puerta grande de la SEP y si usted recuerda, quien abrió la boca en su contra fue la señora del SNTE, Elba Esther Gordillo, pero ahora, eso, le eleva el perfil en algunos contextos.
Quizá un defecto muy grande tiene la defeña nacida en 1961y estudiada en la “Ibero”, es el ser demasiado seria, hasta parece molesta con sus interlocutores. La señora, con el respeto, es mal parecida, “feita”, con una personalidad excelente, pero “feita” y se le suma el mal seño, entonces por muy buena imagen pública que tenga, esos detalles le restan méritos.
Por el contrario, el que le pega al “guapérrimo”, “niño bien” y que pudiera darse un “entre” con Enriquito Peña Nieto es al defeño (n. 1962) Alonso Lujambio Irazábal, sobre todo en peinados.
Con una mínima carrera política Alonso Lujambio -fue Consejero Presidente del IFE- el titular de la SEP se convierte en precandidato a la presidencia de la República para suceder a su amigo, Felipe Calderón.
Licenciado en Ciencias Sociales por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), con maestría en Yale y pendiente de doctorarse, Alonso Lujambio espera celebrar los 90 años de vida de la Secretaria de Educación Pública el próximo 12 de octubre.
Quizá esa sea una de las razones por las que el titular de educación del gobierno federal no haya hecho eco de la propuesta de Santiago Creell, cuando se propuso dejar los cargos públicos para dedicarse a la campaña por la candidatura azul.
90 años de que México como nación elevó a Secretaría del gobierno Federal un simple departamento, pues claro que son dignos de festejo.
La figura de Alonso Lujambio, el hijo de la colonia Lindavista en el DF, estará en primera plana de todos los noticiarios y con propaganda nacional gratis para promocionar su figura de precandidato a la presidencia.
90 años de vida de la Secretaria de Educación Pública son todo un acontecimiento y Alonso Lujambio tiene que vivirlo como primera autoridad en ese sector.
Hacerle el juego a Santiago Creell era perder mucho, mediáticamente hablando.
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