En su quinto día de campaña, Rodolfo Torre hizo a un lado el acartonado prototipo del clásico candidato a gobernador, se bajó de la nube en la que los aduladores profesionales suelen subir a los políticos de su nivel y a ras de tierra, iluminado por el humanismo hipocrático, se confundió entre la heterogénea clase popular de la ciudad: A pie, negocio por negocio, el aspirante a suceder a Eugenio Hernández Flores en la gubernatura repartió su propaganda, dialogó con empresarios, empleadas del comercio, aseadores de calzado, cargó niños, se tomó fotos y hasta tuvo la oportunidad de pedirle a un trovador popular que lo acompañara cantando, en plena calle en el centro de la ciudad, ‘Si nos dejan’, de José Alfredo Jiménez.
Torre reveló así la profundidad de su perfil humano, pues cuando dialogó con ancianas con problemas de locomoción, o cuando intercambió impresiones con lavacarros o desempleados con quienes se topó en su caminata por la calle Hidalgo, el candidato del PRI a gobernador tuvo palabras de aliento para conminarlos a realizar cada día un esfuerzo adicional para mejorar su situación.
Eran pasadas de las once cuando Torre Cantú llegó a uno de los puntos convergentes más populares de la ciudad: la bocacalle de Hidalgo y Ferrocarril, apenas unos metros al norte del barrio del Central.
Vestido de paisano -pantalón caqui, camisa blanca y botín café-, Torre Cantú arrancó su caminata dialogando con las amas de casa que acudían al mercado para proveerse de frutas y verduras. Les regaló una sonrisa, una palmada y las proveyó de camisetas, vasos y cachuchas promocionales. Entró a fondas y restaurantes e interceptó a los peatones para hablarles de su proyecto y pedirles su apoyo.
Detrás suyo, Everardo Villarreal, Carlos Solís, Amelia Vitales y Reynaldo Garza Elizondo, hacían lo propio, con la discreción que impone el Código electoral.
Metros adelante, a mediación de la calle Hidalgo entre Ferrocarril y Colón, el candidato a gobernador abrió la puerta y cruzó el umbral del ‘Regis bar’.
Nadie tuvo tiempo de advertirle a Torre la naturaleza del lugar, pero sus seguidores se amarraron antes de dar un paso a su interior y solo la dirigente del sector femenil del PRI, Amadita Arredondo Villarreal y la diputada federal Laura García, no pudieron evitar seguir los pasos del candidato.
Adentro, a media luz, los parroquianos libaban acompañados de mujeres. Torre Cantú disimuló y siguió su propaganda: regaló una cachucha, una camiseta y unos vasos al bar man y lo invitó a sumarse a su campaña. Ya encarrerado, hizo lo mismo con las mujeres y con los adoradores de Baco.
Afuera del ‘Regis’, con rostros adustos, los priistas encabezados por su presidente, Raúl Zárate Lomas, lo esperaban.
Nadie dijo una palabra, pero metros adelante, frente a otro bar de la misma índole, Torre Cantú lo ignoró y se fue de largo.
Torre dialogó con transeúntes, paladeó una nieve, degustó una gordita de azúcar hecha a la intemperie, platicó con comensales de las fondas y restaurantes del rumbo, entró a boneterías y farmacias, se retrató con ancianos y hasta detuvo a un trovador popular para pedirle que rascara su guitarra para cantar, a todo pulmón y en plena calle Hidalgo, ‘Si nos dejan’.
El candidato cruzó a trancos la calle Morelos y subió a la plaza principal. En el kiosco de la ciudad, el sitio más emblemático de Reynosa, un grupo de hombres y mujeres de evidente extracción popular lo esperaban.
Eran los “Líderes de corazón”, personajes que juegan un papel protagónico en el desarrollo social, personas que tienen una historia que contar y propuestas que aportar al mejoramiento de su ciudad.
Entre ellos, una púber de capacidades diferentes.
La niña se alzó de su asiento en primera fila, avanzó unos pasos, se abrazó a las piernas del doctor y le dijo:
“¡Te quiero mucho!”
Torre se enterneció, se inclinó y le dio un beso en la mejilla.
A ellos, el candidato les dijo:
“Lo que necesitamos es estar unidos, y en ningún momento estoy pensando sólo de aquí al 4 de julio. A partir del 4 de julio avancemos juntos para que seis años de nuestras vidas podamos hacer un esfuerzo adicional por salir adelante”, expresó el candidato, contagiado por las entusiastas propuestas recibidas de personas de la tercera edad, en su mayoría.
Allí, les pidió esforzarse cada día para alcanzar nuevas metas e hizo el compromiso de trazar líneas de acción desde su gobierno, si el voto lo lleva a la gubernatura, para desplegar programas de aliento a sus proyectos para una vida mejor.
Después de allí, Torre acudió a la toma de protesta de su Comité de financiamiento, y posteriormente realizó otra caminata en la colonia Jarachina, donde culminó la jornada de proselitismo con un evento de masas.
Torre Cantú regresa a Reynosa pasado mañana sábado, a una subasta de ganado.
En un cambio temático, Raúl García Vivián confirmó ayer la sospecha de que se va del PAN e ingresa como candidato de Convergencia por la Democracia a la presidencia municipal de Reynosa, en un viraje que hace hará trastabillar el proyecto político del candidato del PAN a la sucesión de Oscar Luebbert, Jesús María Moreno Ibarra, pues aunque es un hecho que García Vivián no ganará con Convergencia las elecciones municipales del 4 de julio, también es una realidad monda y lironda que su participación como candidato a la alcaldía por Convergencia, fracturará al PAN y le restará votos a “Chuma”.
Ciertamente, el ingreso de García Vivián a la contienda le pone sabor al caldo por la sucesión municipal, pero de allí a que presuma que ganará las elecciones, hay una distancia sideral.
De hecho, su lanzamiento por Convergencia solo confirma el vaticinio del candidato de ese mismo partido a la gubernatura, Alfonso de León Perales, quien comparó la renuncia de García Vivián al PAN con la experiencia que padeció él en 2007, cuando el ex alcalde Francisco García Cabeza de Vaca le echó zancadilla y lo sacó de la municipal para poner en su lugar a Gerardo Peña Flores.
Sí, es la misma historia. Raúl la confirma saliéndose del PAN e ingresando a Convergencia…la fase siguiente de la historia será similar a la que se dio cuando De León participó por el PRD por la presidencia municipal: Perdió la elección pero fracturó al PAN cabecista.
Raúl protagoniza hoy la misma historia, con la diferencia de que García Vivián tiene -¿tenía?- una base social más amplia en Acción Nacional que, en teoría, se vendrá a Convergencia para apuntalar la campaña del ex diputado federal, restando posibilidades de triunfo al proyecto de Jesús María Moreno Ibarra.
Pero hasta allí.
De ahí a que presuma un triunfo en las elecciones de julio, pues…
La única certidumbre que arroja la salida de García Vivián del PAN es que el PRI de Ricardo Gamundi está de plácemes, pues sin que el popular negrito priista haya operado -¿no lo hiciste, Gamundi?- la renuncia de Raúl y su postulación por Convergencia -a ver, a ver, Emiliano Fernández, ¿no hay ‘mano negra’ en la jugada?- esa decisión solo beneficiará al candidato del PRI a la presidencia municipal de Reynosa, Everardo Villarreal Salinas -un verdadero chico con suerte.
En efecto, si a distancia se veía que Everardo va derecho a la oficina principal del 2º piso del Palacio municipal de Reynosa, gracias a la obra y la operación del grupo político de Luebbert, hoy se ve con mayor claridad que Villarreal Salinas ya tiene un piso en el edificio del ayuntamiento.
Desde otro punto de visión, el ingreso de Raúl a la jugada municipal, anunciado ayer en conferencia de prensa por el líder estatal de Convergencia, Emiliano Fernández, primero en ciudad Victoria y después en Reynosa, cambia radicalmente el escenario político, pues García Vivián le quitará al PAN los votos que le generaría como candidato a diputado local por el 7º distrito, pero no al PRI, que tiene su voto duro cautivo gracias al novedoso sistema de seccionales, jefes de manzana y dezona.
En su despedida, García Vivián se queja de que se retira de la candidatura del PAN por los desaires de que fue objeto por parte del equipo de operación política de Moreno Ibarra.
¿Es cierto eso?
Y se va del PAN derramando lágrimas de cocodrilo, pues dice que deja allí muchos amigos.
Solo le faltó decir, pero lo sugirió sutilmente, que se pintó de anaranjado, pero su corazón sigue siendo intensamente azul.
¡Ah!, de San Fernando reportan que al registrarse como candidata del PRI a la diputación por el XIII distrito electoral, Martha Alicia Jiménez Salinas tuvo escaso acompañamiento, pues inasistieron a ese evento los candidatos a las presidencias municipales de Jiménez, Méndez, Burgos, San Carlos, San Nicolás e Hidalgo y solo asistieron al evento los candidatos a las alcaldías de San Fernando, el líder agrario Tomás Gloria Requena y de Cruillas, Felipe García García.
Lo que nos recuerda que por ser un municipio netamente rural y con un candidato de extracción campesina, San Fernando tendrá un futuro brillante bajo un alcalde priista, pues la presencia lideril en el altiplano nacional del dirigente cenecista Cruz López Aguilar, augura un futuro promisorio para este municipio, digno de mejor suerte, pues independientemente de que el orgullo del ejido Lucio Blanco, de Díaz Ordaz, es dirigente nacional de la CNC también es, al mismo tiempo, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de diputados.
Desde esas posiciones dirigentes, Cruz López procurará programas y recursos extraordinarios para municipios tamaulipecos presididos por alcaldes cenecistas, como es el caso de San Fernando, por lo que Tomas Gloria Requena, ex dirigente de las juventudes agraristas, se perfila para venir a ser uno de los mejores alcaldes en la historia de San Fernando, de ganar los comicios de julio.
Por hoy es todo, nos leemos mañana.
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