María Teresa Jardí/El México de Calderón es la Cuba de Batista

0

PORESTO.NET:

No coincido con Javier Ibarrola en lo de que los narcos están desesperados. Los narcotraficantes no tienen nada que perder. Se saben y se asumen desechables. Cuando muere uno ya hay diez esperando para ocupar su sitio. Si la “guerra” realmente se le hubiera dado al narcotráfico, por la derecha fascista que hoy encabeza un usurpador del Poder Ejecutivo, se habrían ido de México los narcos. Cuestión de inteligencia. México no es el único país del planeta. Pero México sí es hoy, con Calderón, aunque haya empezado antes y de manera irreversible desde Fox, el paraíso de toda delincuencia organizada del planeta. Delincuencia tolerada por el gobierno (usurpador hoy a nivel federal, repito) desde sus más altas cabezas.
La corrupción gubernamental no importaría si no fueran tan altas para el pueblo el pago de sus lamentables consecuencias.
No se le puede abrir la puerta, por un enviado del presidente en turno, a un narcotraficante, sin asumir la consecuencia fatal del mensaje que para el resto de narcos se envía. En la abierta de Puerta Grande por parte de Tello Peón, uno más, como el hermano molesto de Godoy, está el inicio de la cuenta regresiva sin remedio que hoy desangra al país de manera canallesca. En la foto del usurpador Calderón con Mario Marín está otra línea de investigación sobre el desarme ético de las instituciones de la república. Podríamos escribir un tratado con ejemplos que servirían como explicación del punto al que hemos llegado y que plantean en el horizonte cercano el infierno en el que nos hemos adentrado. No sé quién le hace las encuestas a modo al usurpador. Pero queda claro que es falso que la “guerra contra el narcotráfico” sea la que mantiene a “la alza” la “buena” aceptación de ese individuo impresentable que si tuviera vergüenza hace mucho habría renunciado, incluso para darle a sus hijos la posibilidad de recordar (seguramente no van a vivir aquí, pero igual a donde vayan se convertirán en drogadictos y acabarán como suelen acabar los hijos de padres impresentables) que su país es un gran país y no la vergonzosa república bananera, que su padre, por dinero, contribuyó a construir con sus muchos vacíos de poder y sobre todo con sus malas decisiones, terribles decisiones e increíbles dependencias, con sus enfermos sometimientos a la Gordillo y al monopolio televisivo, con su manejo irresponsable del Ejército Nacional y ahí sí coincido con lo que Ibarrola nos hace saber sobre lo dicho “…en 1999 por el entonces teniente coronel y licenciado Eduardo Enrique Gómez García, hoy ya retirado y dedicado a labores académicas…
“El ejército es instrumento que el Estado ha de aplicar a los fines últimos de su supervivencia, por ser el elemento coactivo estatal por excelencia y cuya actuación es decisiva, y sólo debe de usarse del mismo cuando la razón de su intervención corresponde a la altura de la propia institución. Es el recurso extremo que si se emplea con desproporción a su esencial finalidad, sólo se logra su desprestigio e ineficiencia, y cuando realmente sea necesario, se encontrará agotado e inservible. Las dictaduras que para hacer sentir su autoridad se sirven del ejército, cuando llegan al momento de su crisis ven con asombro que el ejército no existe, que lo han mal empleado en objetivos impropios, que lo han degenerado en instrumento inútil para vencer el peligro que, por naturaleza, estaba llamado a dominar”.
Lo del fuero de guerra se complica y es el propio Ejército Nacional es el que permite los ataques al no dar explicaciones y al no asumir responsabilidades en los casos de desapariciones forzadas de personas.
La desaparición forzada es un crimen atroz, de lesa humanidad y no hay fueros que valgan como justificadores de la impunidad en el caso de ninguna desaparición.
La incapacidad de los mexicanos para cerrar expedientes, justamente porque no es la ley la que dicta para todos las mismas reglas de convivencia civilizada, es la que propicia que casos como el de Radilla, tantos años después, porque sigue impune, se discutan en organismos internacionales.
En el infierno vivido por su familia teniendo que agotar las instancias mexicanas para llegar a la CIDH tendrían que empezar a ver reflejado, los padres de los niños asesinados en la guardería de Sonora, el futuro que les espera en aras de conseguir una justicia, que por tardía, nunca es Justicia.

(Visited 1 times, 1 visits today)