MÉXICO, D.F., 4 de agosto (apro).- Me han agarrado “como patito de feria”, se quejó el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, al negar –el pasado 29 de julio– las acusaciones del corresponsal español, José María Siles, sobre un intento de pago del erario mexiquense a la cobertura que dio la empresa Televisa a la presencia del mandatario en el Foro Mundial del Agua, realizado en Estambul, Turquía, en abril de este año.
El gobernador se victimizó así el mismo día que la empresa Televisa envió a la dirección general de Proceso y a la periodista Carmen Aristegui, conductora del noticiario matutino MVS,tres cuartillas para responder a las acusaciones de Siles.
En rueda de prensa, Peña Nieto insistió que era “completamente falso” que hubiera existido algún intento de pago por parte del gobierno del Estado de México.
“Es una relación que (Siles) no la tiene con el gobierno, es una relación contractual con Televisa y que, bueno, yo no sé cuál sea su razón de su decir o de lo que él afirma; pero, bueno, también ha sido otro tema para estarle focalizando”, afirmó el mandatario mexiquense.
–¿Ustedes le van a pagar? –insistió un reportero.
–Por supuesto que no, pues no lo conocemos… Esto está toda una semana, lo apuntaron todos, lo agarraron como patito de feria –insistió Peña Nieto.
Por enésima vez, el gobernador afirmó que la cobertura televisiva que se realiza con relación a sus actividades nada tiene que ver con sus aspiraciones presidenciales para el 2012.
“Cuando visitamos cualquier lugar al interior del estado y cuando salimos a alguna misión en el extranjero, la tarea del señor que está aquí (señaló apuntando a su coordinador general de Comunicación Social, David López) es precisamente que haya una cobertura de cualquier medio que tenga presencia en ese lugar.
“Es como si, supongamos, que hoy su presencia aquí está convocada por el señor coordinador, porque me estoy promoviendo para el 2012”, explicó.
Paradójicamente, Televisa, a través de sus desplegados y de sus aclaraciones, confirma exactamente lo contrario: ellos están para responder “golpe por golpe” o crítica por crítica a quienes denuncien que existe un trato preferencial en su pantalla al gobernador del Estado de México, y que la relación contractual –con dinero público o quizá a través de un “pase de charola” encubierto– seguirá en el ostracismo.
A lo único que no han respondido Peña Nieto y Televisa es a la demanda de que se hagan públicos los contratos que ambas partes han firmado.
El jueves 30 de julio, durante la presentación del libro Si yo fuera Presidente, el Reality Show de Peña Nieto, distribuí copias del primer contrato de 2005-2006 que se firmó entre el gobierno del Estado de México y Televisa. A eso no han respondido ninguna de las dos partes.
Por ahora, tanto Televisa como Peña Nieto prefieren responder a la polémica generada en torno de la acusación de José María Siles. Sin embargo, la respuesta de ambos, perfectamente sincronizada, sólo ahonda las sospechas de que, efectivamente, hay una compra de tiempo-aire permanente, una inversión millonaria en la construcción de un futuro “presidente de pantalla”.
–Usted ha señalado, gobernador, que se le ha agarrado como si fuera patito de feria. ¿A qué considera que se debe esto? ¿Es rumbo al 2012? –le insistió otro reportero a Peña Nieto, en aquella rueda de prensa del 29 de julio.
–Miren, no lo sé –afirmó el gobernador. Yo digo una cosa: soy respetuoso de la libertad de prensa; soy absolutamente defensor de la misma y tampoco aquí he hecho reclamo alguno. En todo caso, yo lo que pido es que haya objetividad en la forma de orientar los temas.
Pocos días después de la polémica entre Televisa-Siles-Peña Nieto, el expresidente Carlos Salinas de Gortari reapareció públicamente. Se paseó en Oaxaca e hizo sentir que su proyecto de “reinserción” en la vida política es imparable. Estuvo acompañado por el góber rijoso, como se le conoce a Ulises Ruiz, el mandatario que aplicó la mano dura en su entidad para “eliminar” el movimiento de la APPO.
La presencia de Salinas de Gortari también cimbró en el Estado de México. Los aliados de Peña Nieto y quienes han invertido para que el Grupo Atlacomulco ascienda a Los Pinos, ahora se ponen inquietos ante la posibilidad de que el expresidente haga sentir que él es el “verdadero padrino” de la campaña del mexiquense.
Sin embargo, los movimientos indican que el mandatario del reality político no será el “patito de feria” de sus críticos, sino de Televisa y de Salinas de Gortari. Esos son los verdaderos focos rojos para quien pretende que la política sea como un largo infoentretenimiento, en donde hasta una boda o el festejo de su novia se transforman en actos de precampaña.
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