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Para finales de 1994 y principios del 1995, todos los políticos mexicanos, muy especialmente los del PAN y el mismo Zedillo, alias “Lopitos”, militante priísta, rechazaban a Salinas de Gortari y se sumaban a los populares odios que el chupacabras FOBAPROA despertaba en casi cualquier mexicano, con sentido común, a excepción quizá de los jerarcas católicos, defensores siempre de lo más indigno y los nuevos mega empresarios, que habían nacido a la sombra y cobijo del salinismo, muy particularmente Salinas Pliego y Carlos Slim, ni más ni menos.
Por esos días y después de la crisis de diciembre del 94, el pillo usurpador de hoy, entonces diputado por y presidente del PAN, orquestaba la estructura del atraco a la nación del FOBAPROA-IPAB, robos que fueron legalizados con el voto, legislativo, del PRI y del PAN en contubernio, de la misma forma que más del 95 �e las reformas económicas presentadas por usurpador chupacabras y su partido (PRI), desde 1989 hasta el 1994, fueron avaladas, concertadas y votadas por el PAN. El rumbo económico del país, que hoy nos tiene al borde del estallido social y que fue impuesto desde el fraude electoral de 1988, tiene nombre y apellido, se llama PRIAN y se apellida Neoliberalismo.
Ahora nos dicen que hay que seguir el sacrificio para alcanzar una vida digna, la cual es inalcanzable si se continúa con el enfermizo empeño de seguir el camino criminal de la imposición neoliberal. Más impuestos, alza de tarifas en servicios públicos, pérdida del poder adquisitivo son las recetas que, por supuesto, serán impuestas, maquillaje o “ajuste” de por medio, por el matrimonio legislativo del PRIAN, similares y genéricos.
A estas alturas, es para todos claro, que el usurpador pelele carece de dos cosas esenciales para “dejar de ser” el peligro inminente que ya es para México, es decir de inteligencia y de libertad de acción. Fecal fue impuesto porque su mediocridad garantiza para la oligarquía el absoluto control e IMPUNIDAD de sus corruptos privilegios. Se pretende abatir la pobreza obligando a los pobres a pagar por la misma, la lógica no está errada, una cosa es acabar con la pobreza y otra muy distinta con la pobreza extrema y de eso se trata todo, no de tener pobres, sino pobres en extrema miseria.
Nada de medias tintas, nada a medias; un símbolo de “progreso” neoliberal es el extremismo de sus fundamentos, para que la macroeconomía dé resultados se requiere que la microeconomía esté apaleada sistemáticamente; ejemplo del posible éxito neoliberal es el de poder mantener al segundo empresario más rico del planeta, al tiempo que se generan, eso si, los municipios más pobre del mundo, nada a medias, lograr, pues, no un gobierno eficaz ante las demandas de sus gobernados, sino una eficaz administración que responda a los intereses de la oligarquía local y los consorcios internacionales, que en particular, en México, se traduce en los intereses nefastos del poder de facto que la telebasura comercial, que dicta ya los contenidos de la educación pública, las normas de moral social que “todos debemos seguir” y prepara el espectáculo de la farsa electoral, en la que los elegidos serán los productos del mercado institucional, hechos a imagen y semejanza de la toda poderosa telecracia mexicana.