Maremágnum/Mario Vargas Suárez *Sigue la mata dando…

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El título de la presente colaboración es la expresión, a veces hasta cansada que solían decir los abuelos, los “viejos de la casa” cuando algo se repetía, casi sistemáticamente y si era alguna travesura infantil iba acompañada de una sentencia… siempre coercitiva.

La alusión a este dicho popular es por las notas periodísticas que desde el centro del país cuando se repiten las expresiones de unos cuantos legisladores federales que “descubren el hilo negro” o el “agua hirviendo” y expresan a los cuatro vientos, como si tuvieran facturado el Palacio Legislativo a su nombre, su exigencia a las autoridades de la SEP por la obesidad y sobrepeso infantil, con el correspondiente agregado para las cooperativas escolares.

Los espacios periodísticos locales están siendo ocupados por estas declaraciones del centro y le confieso a usted que de estos asuntos que me da gusto leer que nuestras plumas ya empiezan a registrar buenas reflexiones sobre este lamentable asunto.

Fidela Amaya, Beny Cruz Zapata, Benito García, Leobardo Sánchez, Alejandro Govea, José del Carmen Rodríguez, Carlitos Santamaría, Ángel Nakamura, Lety Santoyo y tantos más en el video que han publicado la responsabilidad familiar sobre los alimentos que consumen los infantes y, desde luego, la poca responsabilidad que en esto le atañe a los maestros de la escuela primaria.

El mismo Secretario Assad Montelongo recién declaró que los niños solo tienen media hora de recreo, por lo que es menor el tiempo de ingesta de alimentos. Además es justo recordar nuestra niñez y la hora de recreo siempre fue más que para comer, era para jugar.

Itzchel Moreno recién publico entrevistas de algunos padres de familia que “pelean” porque su “peque” no se quede con hambre y hay quien se gasta hasta 20 y más pesos diarios para que el niño coma lo que quiera, porque “…en la casa se levanta y no quiere desayunar, por eso le doy para que compre lo que quiera en la escuela”

También es justo que los que se “adueñan del micrófono” reconozcan la diferencia entre cooperativa escolar y tienda escolar, porque son dos entidades diferentes. En la primera la comunidad escolar son socios, “dueños”; en la segunda uno o más pueden se los dueños.

La Cooperativa Escolar es la figura institucional normada por su propio reglamento y éste está reconocido por la legislación educativa federal; tiene como finalidad enseñar a los escolares de la educación básica la cooperación en el trabajo y la división igualitaria de las ganancias divididas en porcentajes del 40, 40 y 20. El primero como Fondo Repartible entre los socios; el fondo Social destinado a los gastos de escuela y el Fondo de Inversión.

La legislación de las cooperativas escolares es tan bondadosa que permite la exención de impuestos, incluyendo los deducibles por gastos de contabilidad.

Por otro lado en cuestión de alimentos dice que deben ser nutritivos para la población escolar y están prohibidos los dulces y alimentos no embasados.

Las tiendas escolares de plano no existen para la legislación escolar de ningún ámbito, pero la realidad es que si hay en muchas partes de la república y generalmente es un particular quien arrenda los derechos de venta y hasta exclusiva.

En resumen comparto la opinión de muchos profesores y autoridades como José Manuel Assad Montelongo y Arnulfo Rodríguez Treviño cuando se reconoce que no son, de ninguna manera, los maestros o sus escuelas, las responsables directas de la obesidad y sobrepeso infantil en Tamaulipas.

Al mismo tiempo comparto la idea de aquellos especialistas de la medicina y de la comunicación cuando afirman que somos los padres de familia, es el hogar en donde aprendemos no solo a comer, sino a seleccionar los alimentos.

LOS NÚMEROS EN LA ESCUELA

A todos los que sabemos leer simultáneamente nos enseñaron a escribir y también a contar porque así lo determinó el método que la SEP señaló a los maestros de la primaria que nos recibieron en sus aulas, hace ya algunas décadas.

Los números son juguetones con la mente, pero también nos permiten reflexionar, por ejemplo con eso de la preinscripción a la escuela para el ciclo escolar 2010-2011 cerrada el pasado día 15 de febrero.

Las autoridades de la SET dieron a conocer los primeros datos de los preinscritos que fueron, en Preescolar: 117 mil; Primaria: 69 mil y en secundaria 58 mil para 5395 escuelas. Nótese por ejemplo que a menor nivel más niños.

Luego, las escuelas de preescolar son 2190; de primaria 2475; y de Secundaria son 717 divididas en telesecundaria 300. Secundarias Técnicas 167 y Secundarias Generales 250. Nótese que hay más primarias que jardines de niños y mucho menos secundarias. ¿Por qué?

Los datos que publican Arturo Rosas H y Héctor González Antonio pueden dar una idea del número de maestros necesarios para el próximo ciclo escolar. Sin embargo no debemos perder de vista que Tamaulipas tiene un grave problema de población flotante tanto en la frontera como en el sur.

Por otro lado, la subsecretaria de Planeación de la Educación, a cargo del Dr. Jaime Arratia Salas, en la SET tendrá que considerar las bajas de maestros por renuncia, ascenso, defunciones, incapacidades permanentes, cambios de estado y desde luego las altas.

Los números son gélidos y los caracteres humanos muy cálidos cuando se trata de exigencias porque los escolares se quedaron sin maestro y una ¿moda? que está imponiéndose es la toma de edificios por ese motivo, falta de maestro. Lo malo es que todo mundo argumenta que desde que inició el año los niños no tienen mentor y las indagaciones periodísticas hablan solo de días. ¿Qué sucede?

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