Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Apostar al futuro

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Resulta agradable encontrar información que mantiene la esperanza en muchos: el hecho de que el gobernador Eugenio Hernández Flores haya estado allá, en la ciudad de Monterrey entregando apoyos, habla de a preocupación existente en que quienes quieren ser los líderes del mañana tengan apoyos suficientes.
Obvio, quienes hemos decidido junto con ellos que nuestros hijos estudien fuera, tenemos que enfrentar una serie de situaciones a veces muy difíciles, que implican grandes sacrificios por donde se le vea.
Estudiar fuera significa dejar la comodidad del hogar por una casa o departamento que pudiera a lo mejor ser muy acogedor, pero nunca tendrá el calor de hogar propio de donde viven papá y mamá y los hermanos. El que se va a otra parte tiene un cúmulo de momentos de soledad que en ocasiones calan fuerte y hacen pensar en regresar a la casa, dormir en la vieja cama de nuestro antiguo cuarto, en aras de sentirnos bien, “no tan solos”, como dicen algunos muchachos.
Estudiar en otro sitio es dejar los beneficios de participar en la vida cotidiana de la familia, y eso lo sabe quien ha tenido que hacer maletas para buscar el conocimiento en otros lares.
Y los que van a Monterrey, aunque nos quede cerca, están a poco más de tres horas de casa en la situación más extraordinaria. Muchos no pueden venir más de una ocasión al mes, lo que complica la convivencia familiar.
Es difícil, en el ámbito de lo familiar, y en otra situación, a veces resulta casi imposible: los dineros que no alcanzan para cubrir los estudios allá, fuera de casa.
Significa pagar donde vivirá la persona, libros, alimento… colegiatura o cuotas, y mire usted que las instituciones educativas de alta calidad en Monterrey resultan casi imposibles para quienes tenemos la maravillosa oportunidad de trabajar y ganar un salario decoroso. El pago en instituciones de calidad significa la privación de muchas cosas, y es cuando tenemos que buscar alternativas.
El gobierno de Tamaulipas ha tenido durante los últimos cinco años, una gran preocupación que es digna de aplaudir, más cuando hemos sido testigos de que se apoya a jóvenes con calidad académica, sin importar su condición social, política o económica. El gobernador tiene especial interés, y así nos lo ha hecho saber en diversas ocasiones, porque los muchachos terminen sus estudios.
Quizá piensa así, dicen algunos, porque Geño estudió “fuera”, allá en Monterrey, lejos del calor de la familia que encabezó ese inolvidable amigo, el capitán del mismo nombre.
El caso es que los muchachos que tienen calidad optan por dos caminos: el primero, es solicitar la beca, el apoyo al gobernador quien, a través de su dirección de compromisos que encabeza la licenciada Rocío Pérez Cantú da trámite a los apoyos que el Ejecutivo otorga a los estudiantes cuyas calificaciones merecen ese y más apoyos.
La partida se entrega puntual a manera de que no tengan problema para seguir estudiando.
Y los que no pueden acceder a este beneficio… tienen otro camino que es el crédito educativo. En este año se han multiplicado los apoyos por este rubro, y son decenas de estudiantes los que reciben un crédito pagadero cuando terminen sus estudios, con un año de gracia, a manera de que puedan prepararse para un futuro más competitivo.
Las dos instancias son impulsadas por Geño en Tamaulipas, y los muchachos beneficiados han mostrado un gran agradecimiento al mandatario, porque año con año está con ellos y les motiva a seguir, independientemente de que les entrega sus centavitos para que estudien.
Qué mejor manera de apoyar a los jóvenes, para que no vean truncados sus estudios.
Seguramente usted conoce algún caso –si no es que lo vivió en carne propia- de personas que no pudieran concluir sus estudios por falta de dinero.
Eugenio Hernández Flores entregó recursos por 8 millones de pesos a un total de 872 jóvenes tamaulipecos, que cursan sus estudios en universidades de Nuevo León, y les dijo: “son la mejor muestra de que los tamaulipecos son gente de bien y de trabajo, que día con día redoblan esfuerzos para incrementar su bienestar”.
“Sus enormes deseos de superación son reflejo de que los tamaulipecos vamos, una vez más, a salir delante de los momentos inéditos por los que atraviesa México y Tamaulipas”.
Y cuando nos constan estas acciones, cuando somos parte de ellas, nos congratulamos de que haya autoridades preocupadas por el futuro de sus jóvenes, y sobre todo, que haya jóvenes con ese espíritu de superación, capaces de engrandecer su persona, sus familias, su estado y su nación.
Bien por las autoridades, esperamos que todos los jóvenes apoyen este gran esfuerzo. Son privilegiados al tener forma de estudiar apoyados por el gobierno. ¡Aprovéchenlo, por favor!
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