Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa

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Un paso adelante

Cuando alguna persona cercana tiene algún logro, como que somos partícipes, y muchas veces pareciera que los logros son propios. Más gusto nos da cuando tenemos algo que ver en esos logros, porque, aunque en ocasiones no estamos en el momento en que se reconoce el avance, sí sentimos que eso que hicimos, grande o pequeño, tiene mucho que ver.
Sucede en este caso con la certificación que se ha entregado a la Unidad Académica de Derecho y Ciencias Sociales de la UAT, en cuanto a las maestrías que se imparten en esa casa de estudios sobre comunicación y derecho.
En el caso de comunicación, la maestría se imparte con cuatro énfasis o especialidades, y que se refieren a comunicación social, corporativa, diseño digital y medios masivos, en tanto que la de derecho se maneja en las especialidades de derecho constitucional, penal, fiscal, civil y laboral. Hay opciones para que la gente pueda elegir cualquiera de esos campos en las dos profesiones.
Carlos Hinojosa Cantú, director de la Unidad, ex facultad de Derecho se siente contento y no es para menos: lograr el certificar las licenciaturas significó un enorme reto, pero hoy, hacerlo en el nivel de maestrías es algo mucho más importante y sobre todo, con mucho mayor grado de satisfacción.
La certificación se logró ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología –CONACYT- y se acaba de dar el veredicto, mismo que fue comunicado al rector de la UAT José María Leal Gutiérrez.
Hay que imaginar el gusto que le habrá dado al funcionario el saber que las cosas se están mejorando y son avaladas por instituciones que tienen la calidad para hacerlo.
Otras escuelas siempre afirman que son mejores que cualquier universidad pública. Somos de la idea de que en cualquier institución se encuentran buenos y malos alumnos.
Los egresados miden la calidad de sus escuelas: si salen y se colocan bien, la institución es buena; si tienen un muy buen trabajo o son trascendentes en el desarrollo de su actividad, la institución tiene un “plus” extra y significa que es confiable.
Por el contrario, la mejor del mundo, si tiene egresados desempleados o que son más que mediocres, no pasa nada, pero tampoco la gente les adjudica nada bueno.
La Unidad de Derecho y Ciencias Sociales Victoria de la UAT ha cambiado mucho, y en eso tiene que ver, claro, la buena dirección, como sucede en el fútbol, pero definitivamente, fundamental resulta el equipo de trabajo que permite que los logros se alcancen.
Ningún director técnico triunfa sin el concurso de sus jugadores, y en el caso que nos ocupa, los “jugadores” son los profesores de la UAT, esos que son muchas veces valorados en forma equivocada, porque se piensa que somos una universidad pública que no tiene calidad.
Hoy la UAT ha demostrado a base de una serie de acciones que está a la altura de cualquier institución educativa, e insistimos en que la calidad se demuestra en la manera en que sus egresados se desempeñan.
Como en toda institución, hay uno que otro alumno que ha salido de ahí que avergüenza a la institución, pero afortunadamente, son más los que dejan cosas positivas.
Una de las cosas que ganarán los alumnos es que podrán gestionar una beca ante el CONACYT, siempre y cuando, claro, tengan un buen excelente rendimiento académico. Todo lo anterior se conjuga para que haya resultados como los que queremos en tiempos en que las noticias malas son más que las buenas.
Hay que destacar que en este sentido, la certificación tuvo que sortear 110 indicadores que fueron evaluados por el CONACYT para acreditar ambas maestrías.
Y es natural que el maestro Hinojosa Cantú esté satisfecho del desempeño de sus profesores, de su equipo de trabajo, y de los resultados obtenidos.
Los que conformamos una parte de esta comunidad nos sentimos muy halagados porque finalmente, aquello que vimos como sueño es hoy una realidad, y el trabajo que se ha tenido que hacer nos compromete.
Y decimos lo anterior, porque cuando una institución es certificada, se establece de hecho un compromiso con la sociedad, ya que se llega, pero lo más difícil sigue, que es el mantenerse.
Nos unimos a las muestras de regocijo que se han manifestado en torno a la UADCDS, porque, insistimos, somos parte de esta comunidad, y porque tenemos la firme idea que no importa ser una universidad pública o privada, local o foránea, nacional o extranjera: lo importante es tener la calidad suficiente para destacar, y sobre todo, el carácter para mantenerse en esos niveles.
Enhorabuena para todos ellos, para los profesores y personal que ha tenido que ver. Ojalá todas las unidades, escuelas y facultades de la UAT logren este tipo de certificaciones, para que los miles de individuos q1ue conformamos su comunidad podamos sentirnos más orgullosos de nuestra alma mater.
Felicidades, pues, y que sigan los éxitos.
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