– Profesores se involucran en la lucha contra la obesidad escolar
Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Ante la alarma desatada por los estragos que la obesidad y el sobrepeso están causando en la población escolar; cuyos indicadores en los planteles educativos, marcan que un 37% de los niños tamaulipecos padecen este tipo de problemas; las y los maestros ya trabajan en predicar con el ejemplo y junto los alumnos no solo son los trasmisores del tema que se ha convertido ya en un asunto de salud pública; sino cambiando sus propios hábitos alimenticios; así lo afirmó la profesora María Guadalupe Ruíz Hernández, Directora de la Escuela Primaria Lauro Aguirre de esta capital:
La institución de referencia es ejemplo educativo, siendo uno si no es que el único plantel educativo que en la capital del estado no permite venta de fritangas y similares en su exterior:
“No solo eso, ante la alarma que con razón se ha declarado contra este tipo de problemas, en nuestra escuela se ha empezado a trabajar de manera directa, de tal manera que por ejemplo este 27 de abril ya tenemos programado un Concurso de comida familiar, en donde se va a privilegiar el uso de alimentos nutritivos, buscando involucrar a los padres de familia, que son la base para enfrentar la situación”.
Con el aval que le dan más de 30 años al servicio de la educación, la profesora Ruíz Hernández, menciona que en los meses de mayo y junio se está programado dentro del programa Crece sano, tomar el peso y la talla de los alumnos:
“La situación es realmente preocupante por eso a nivel escuela estamos ya contribuyendo a diseñar estrategias que contribuyan a fomentar en los niños una alimentación sana, incluso las maestras están participando, poniendo el ejemplo y mejorando sus hábitos alimenticios; disminuyendo al mínimo el consumo de refresco y evitando hasta donde es posible el consumo de alimentos chatarra”.
Al respecto apunta que desde la cooperativa se realiza el suministro de productos alimenticios alternativos a los menores:
“Aunque desafortunadamente se debe admitir que no hay cultura de comer sano, desde casa, pues lo ideal es que los niños trajeran consigo lonche nutritivo, pero es un hecho que muchos de nuestros alumnos consumen como primer alimento lo que hay en la cooperativa, y esto está muy lejos de ser lo ideal, no porque no se vendan alimentos nutritivos, sino porque estos no son atractivos para ellos”.
Haciendo un exhorto a los padres de familia en general para que contribuyan a un cambio de cultura alimenticia, la maestra María Guadalupe Ruíz Hernandez, menciona que sin esto, no se podrá dar ganar la batalla a la obesidad y el sobrepeso:
“El compromiso es por partida triple: maestros, padres de familia y alumnos”.