

Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- Hoy es el Día del Niño, fecha propicia para el festejo, dulces y fiesta… pero de lo ideal a lo real persisten asignaturas que están pendientes para la niñez en general y para los pequeños de Tamaulipas en lo particular, porque mientras para algunos su niñez tiene los sabores de pastel, sueños y caramelos; para otros, el sabor de la pobreza se traduce en lo salado de las lágrimas derramadas por el padre asesinado, o el llanto silencioso de no tener a su lado las manos de mamá para espantar los miedos. Ellos no saben de comida caliente ni de rebanadas de pastel, porque desde que se acuerdan, las carencias han hecho puerto en su vida.
En la geografía estatal, de acuerdo a las proyecciones manejadas por el Consejo Estatal de Población a cargo de la licenciada Marisela Garza Wong, la población infantil de cero a 14 años de edad es de 874 mil 696 niños, mismos que representan el 27.1% de la población total del estado.
Estadísticamente, en la población infantil la proporción de hombres es mayor que la de mujeres, siendo 447 mil 997 niños y 426 mil, 972 niñas.
Las cifras indican que es en el municipio de Reynosa en donde más niños existen, siendo 164 mil 776, seguido de Matamoros con 145 mil 413 pequeños, en tanto que en el municipio de San Nicolás, solo hay 321 niños, en tanto que en Palmillas son 409 , en Cruillas 527 y Mainero existen 549.
Parte de este universo infantil es Jesús Ramírez Rosas, quien a sus 10 años de edad ya sabe lo que es ganarse el pan con el sudor de la frente:
-Así me dice mi abuelita cada y que me quiero quedar dormido y no salir desde las cinco de la mañana a vender el periódico por las calles, lo hago siempre porque si no hasta el taco que me como a mediodía me sabe amargo, ya que aunque mi abuelita es como mi mamá porque de mis padres no sé mucho, vivimos en la casa con una tía que nos echa en cara todo, nos acusa de vagos porque como no hay con qué, yo no voy a la escuela y desde que tengo como cinco años, ando en la venta de periódico, con lo que saco doy dinero para la comida y me compro lo que alcanzo.
Dice que en este Día del Niño, lo que más le gustaría es tener una bicicleta, aunque ya tiene varios años soñando con lo mismo:
-La verdad que el Día del Niño es como cualquiera, para las cinco de la mañana ya estoy con el ojo pelón, en cuanto mi abuelita me agarra el hombro sé que llegó la hora aunque a veces no tengo ganas me tengo que parar de la cama, mi abuelita me prepara un café con galletas y no me vengo a vender el periódico con la panza vacía, así paso la mañana y ya entrada la tarde me regreso a la casa, porque no me gusta la vagancia, sé que llegando mi abuelita me va a dar mis frijolitos con queso y ya después me salgo a jugar con mis amigos,. no soy vago y a lo mejor un día regreso a la escuela, me gustaría mucho, igual que vivir con mis papás, aunque eso está más difícil, pues a mí no me dicen nada, pero he escuchado que se fueron a Estados Unidos, allá de dejaron y cada uno tiene su familia.
Agrega como dándose consuelo:
-Yo también tengo la mía y es mi abuelita, por eso cuando sea grande voy a trabajar más para que no se mortifique y mi tía nos grite a la hora de la comida.
En este mismo sentido, con mejor suerte que Chuy, Ana Sofía Alvarado Rodríguez, alumna de quinto año de la Escuela Primaria Nissan, de la colonia Vamos Tamaulipas, segunda etapa, también anhela una bicicleta de regalo:
-Ya tengo varias navidades pidiéndola pero a Santa solo le alcanza para unas pinturitas, aunque me consuelo con eso, porque mis papás me aseguran que un día si se me va a cumplir el sueño, también me gustaría que las calles de mi colonia estuvieran pavimentadas y mis papás no batallaran tanto, porque yo escucho que la vida es difícil y a veces no sé, ni para la comida, aunque la verdad nunca nos falta.
Anita como le dice su familia, es una pequeña que con sus clases de apoyo anhela un día sacar las mejores calificaciones en la escuela, pues desde chica ha escuchado que solo estudiando va a tener “muchas cosas buenas”:
“A mí me gusta la escuela, pero a veces no entiendo mucho ni bien, por eso estoy en clases de apoyo y hasta beca tengo”.
Por su parte, en este Día del niño, Jorge Eduardo Carballo0 Mendoza, de 10 años de edad, estudiante de cuarto año en la Primaria Leyes de Reforma, esta gustoso y espera dulces y fiesta en su escuela:
“Yo son un niño contento y feliz, aunque en mi casa no me vayan a dar regalos este día, me siento muy agusto, porque tengo papá y mamá, no como muchos niños que conozco, que tienen padres que están separados, otros tienen padres que los maltratan y los regañan mucho, eso les da tristeza, como me daría a mí, por eso pienso que soy un niño afortunado, aunque si me gustaría que me dieran regalos aparte de los dulces y la fiesta en la escuela.
No hubo para regalos
Este año como pocos, en el seno familiar, los regalos brillaron por su ausencia para festejar a los niños de la casa.
Juan Roberto Pérez Gallegos, quien junto a sus hijos, Sofía y Ricardo, sabe que la crisis los hace vulnerables:
-La situación económica se pone cada vez más difícil, pero en el caso de mis hijos, yo desde que ellos nacieron les festejo este día, aunque antes les daba un regalito pequeño para que no pase desapercibido, ahora si bien nos va, compraremos una pizza.
Empleado de una contructora, comenta que con el sueldo que gana muy apenas le alcanza para irla pasando junto su familia:
-Mucha gente puede decir que la situación no está como para andar de fiesta, pero para mi el día del niño es algo especial y aunque sea humildemente hay que festejar, porque no todos los niños la pasan igual, yo me doy cuenta que hay muchos de la edad de mis hijos que ya andan por el mundo a la deriva, eso no es justo.
ORIGEN DEL FESTEJO
De acuerdo a información consultada, aunque para muchas personas resulte el festejo del día del niño sólo una oda al consumismo, la historia detrás del Día del Niño tiene un origen muy bien definido.
En 1954 la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución por a través de la cual se establecería el “Día Universal del Niño” con el fin de promover anualmente un día consagrado a la fraternidad y entendimiento entre los niños y niñas del mundo entero. El organismo encargado para desarrollar ese proyecto fue la UNICEF.
Desde entonces, son más de cien los países que celebran la fecha, a pesar de que la fecha estipulada varía de acuerdo al lugar.
En México corresponde el 30 de abril.
Por lo general, se organizan una serie de actividades culturales y de entretenimiento y expresión artística, además de distribución de juguetes entre las poblaciones más necesitadas, aunque el propósito vaya mucho más lejos.
El día del niño es una oportunidad para llamar la atención de los entes gubernamentales en lo que se refiere a las necesidades infantiles y de los padres para que estén el tanto de lo que pueden exigir.
En lo que corresponde a Tamaulipas, leyes van y leyes vienen, y como en todo, hay un universo de menores que viven en la peor de las vulnerabilidades, y sin perspectivas de una sobrevivencia digna.