Una de las profesiones que, socialmente, ha sido un problema de confusión, es la de maestro, docente o profesor, para el caso de México esas tres palabras se interpretan en el mismo sentido.
La confusión radica en que cualquier persona sin estudios sobre Pedagogía y Didáctica, dice poder desempeñarse como profesor… y lo peor: Hasta los que han estudiado para maestros, también lo creen o simulan hacerlo.
Lo malo es que no hay gran confusión sobre estas irregularidades por enseñar en la escuela, porque cualquier persona, con estudios universitarios o no, se cree con la preparación mínima para estar frente a un grupo.
Hasta el mismo estado, minimiza al magisterio, vea usted el programa de CONAFE, cuando solo a través de un curso cuando mucho de un mes dicen capacitar a muchachos para desempeñarse como docentes de la educción básica.
Acciones similares suceden en el Sistema Nacional, Estatal y hasta privado del mundo de la educación Superior.
Ser un verdadero docente significa muchas cosas, entre otras tener estudios mínimos en varias áreas de la Pedagogía, Didáctica, Psicología, Sociología, Gnoseología, antropología, paidología, administración, etc., etc.
En otras palabras, son ciencias y áreas que permiten al maestro desde conocer métodos, técnicas y procedimientos para la enseñanza-aprendizaje; las técnicas adecuadas para “jalar y mantener” la atención de los alumnos.
También es necesario, entre otras cosas, saber la forma y el momento adecuado para que el nuevo conocimiento sea presentado al estudiante o en su caso, depende del método que se aplique, la forma de poner el conocimiento para que el alumno lo “descubra”.
En este sentido vale la pena decir que muchos planteles escolares han ganado un buen prestigio por la forma de trabajar y hasta exigir de sus docentes, de ahí que se justifique no tanto la selección de alumnos, sino la limitación en el ingreso de la matrícula, para trabajar mejor, con grupos menores de estudiantes.
La escuela no puede darse el lujo de abrir sus puertas para que cualquiera entre, piense usted en su propia casa. Usted mismo no lo haría. Pero es muy posible que realice esa irresponsabilidad cuando no le interese su propio hogar o de plano quiera hacer daño al sistema.
Esto último viene a colación porque el director del COBAT, Issac Mata Viscaíno, irresponsablemente ha insistido en declarar que en “sus planteles COBAT” no hay limitación por las calificaciones ya que la infraestructura es suficientemente amplia para recibir a todo aspirante.
Se interpreta en esta declaración que en el COBAT hay aulas vacías o con poca población escolar por lo que si su hijo tiene bajas calificaciones ahí lo reciben, lo que importa para el Director Mata Viscaíno es llenar los pupitres vacíos.
Creo esa es la razón por la cual en You Tubbe de Internet han aparecido videos donde algunos alumnos del COBAT, plantel Mante, exhiben más de una acción nada grata para la educación de Tamaulipas. ¿O ya la lograron quitar de la red? Eran varias escenas.
Todos los planteles CBTIS, los CBTAS, y lo del Sistema de Preparatorias Federalizadas y hasta algunas privadas, han implantado el examen de ingreso no por ser elitistas en la educación, sino más bien para formar grupos no mayores de 40 alumnos que propicien una mejor calidad de la educación.
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Maremágnum/Mario Vargas Suárez *Ser maestro y más
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