
– Es paraíso del contrabando y del delito.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- A la ola de violencia y de inseguridad que prevalecen en Nuevo Laredo, se suma la enorme porosidad de su aduana fronteriza, por donde cruzan con pocas restricciones armas, droga y dólares en ambos sentidos, convirtiendo esta ciudad en un lugar inseguro y no apto para las inversiones, aseguran legisladores y organismos privados.
De un lado hacia otro del río Bravo, frontera natural que separa Nuevo Laredo de Laredo, Texas, cruza todo tipo de mercancías de dudosa procedencia, debido a la corrupción que existe entre el personal de la aduana, señala el diputado federal Hugo Hernández Rodríguez, durante un foro sobre aduanas realizado en esta ciudad.
Considerada la aduana más importante del país y de América Latina, al cruzar por esta ciudad poco más del 30% de todo el comercio que se realiza en el país por carretera, y porque genera el 16% de todo el IVA nacional, Nuevo Laredo es punto estratégico no solo para el cruce de mercancías, sino también para el delito.
“Pasan (muchas) armas, y esto hace que Nuevo Laredo sea una de las fronteras más violentas del país”, sostiene Hernández tras afirmar que esta situación es ya intolerable y que se debe hacer algo pronto.
Cada día cruzan por la ciudad más de 9 mil camiones de carga hacia ambos lados de la frontera, de los que cerca de la mitad son de exportación, pero de ellos solo el 10% o menos, es sujeto a revisión por la aduana, es decir 400.
El resto cruza sin saber realmente su contenido, porque la aduana norteamericana tampoco cuenta con la capacidad para revisar todos los camiones.
El alcalde de Nuevo Laredo, Ramón Garza Barrios da cuenta de ello: “Estados Unidos revisa menos del 10% en sus aduanas y ello facilita el contrabando, porque hay deficiencias no solo en las aduanas, sino en otros sistemas (de revisión)”.
Dice que esta situación genera en todo el país actividades ilícitas de todo tipo, “y eso siempre lo hemos dicho”, sostiene.
–¿Y qué está haciendo el gobierno federal?
–“Pues.., hasta ahora se están dando cuenta y piden ayuda a los gobernadores”, señala.
Corrupción alienta robo a PEMEX
Luis Moreno Sesma, delegado local de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), asegura que el transporte de carga no tiene problemas de robo en carretera, al menos en la ruta México Nuevo Laredo.
Pero reconoce que en la carretera Ribereña, la que conduce a Reynosa, ni se atreven a circular por allí, porque es muy peligrosa.
“Por esa carretera casi nadie circula porque es muy peligrosa, por lo que todo nuestro movimiento se hace por la carretera nacional”, explica.
Pero algunas agencias de transporte tienen en sus registros cuantiosos robos que merman sus actividades comerciales a Estados Unidos, por lo que algunos de sus clientes prefieren cruzar sus productos por Colombia, puerto fronterizo de Nuevo León situado a 47 kilómetros al Oeste de Nuevo Laredo.
Menciona el transportista que es posible que por la carretera ribereña circulen camiones-pipa con combustible robado a los oleoductos de PEMEX, ubicados en la zona estratégica de la Cuenca de Burgos, situados justo en el corazón de la Ribereña.
“Por aquí no creo que pasen, pero pueden hacerlo hacia Reynosa, pero no es gasolina sino diesel que pasa como contrabando hacia Estados Unidos, y aunque está contaminado, allá lo limpian para ser utilizado en los ferrocarriles”, menciona.
A inicios de este mes se dio a conocer de manera pública, que por las fronteras de Nuevo Laredo, Reynosa y otras más, grupos delictivos estaban cruzando pipas con combustible y gas de PEMEX robado de la Cuenca de Burgos, el que habrían vendido a las empresas norteamericanas Basf Corporation y Murphy Energy Corporation, entre otras.
Esas empresas fueron señaladas por una corte en Houston, Texas, de comprar el combustible robado a la empresa mexicana, pero del asunto hasta el momento poco se sabe.
El transportista de la Canacar asegura que debido a la porosidad de las aduanas de Nuevo Laredo y de Reynosa, “es muy fácil cruzar el contrabando de combustible porque se revisa menos del 10% en los puentes internacionales de Tamaulipas, Chihuahua, Sonora y Baja California Norte”, expresa.
“Estamos perdiendo clientes debido a tanta inseguridad, y nuestros choferes ya no quieren conducir por la carretera porque dicen que los paran para robarles la mercancía”, explica un transportista que omitió su nombre.
El Nuevo Laredo que no queremos
Sobre la inseguridad, Alfonso Rojas González de Castilla, presidente de la Confederación de Patrones de la República Mexicana (Coparmex) en la ciudad, se queja de que la inseguridad está desalentando las inversiones y el empleo.
“Este no es el Nuevo Laredo que queremos, y esperamos mucho más de esta ciudad, en términos económicos, de seguridad y de armonía. La verdad es que (en) Nuevo Laredo…no estamos viviendo en armonía, porque la situación es caótica, y aquí lo hemos vivido”, expresa de manera directa.
Dice que la inseguridad atenta contra la inversión, la que está paralizada porque los inversionistas no quieren llegar a Nuevo Laredo por temor a tanta inseguridad, y aunque no se han ido empresas, el empleo está también estancado porque no se han creado nuevos empleos.
–Dicen que se han creado este año cuatro mil 300 empleos.
–“No estamos creando nuevas fuentes de empleo. ¿Cuántos de esos se recuperaron de la crisis? ¿Pero empleos nuevos, nuevos? Ojalá fuera así”, duda.
Como presidente de Coparmex, dice que es lamentable que los jóvenes recién egresados de las universidades no encuentren acomodo en ninguna empresa porque no hay trabajo debido a que no se han generado nuevas fuentes de empleo, “y eso es en verdad muy lamentable”, refiere.
Sobre el asunto, el legislador federal Héctor Hugo Rodríguez, enfático, dice que el crimen organizado y la corrupción en las aduanas, laceran a Tamaulipas y a todo México, y que se tiene que hacer algo pronto para impedir que siga expandiéndose.
“Ya estamos cansados todos de tanta podredumbre que hay. Ya estamos hartos de tantas matazones en la frontera. Ya estamos hartos de que la mafia nos grite y que nos quedemos callados; hay que poner orden y arreglar las cosas”, resume en esos términos la situación de violencia que se vive en esta frontera.