Efectos del estrés crónico, controla tu peso

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Las prisas y los nervios derivados del actual estilo de vida, están detras de la grasa abdominal, incluso en personas delgadas. El culpable es el cortisol, conocido como “la hormona del estrés”.
Las hormonas del estrés

Ante situaciones estresantes el organismo reacciona liberando una cascada de las llamadas “hormonas del estrés” , entre ellas, el cortisol, la adrenalina o la apinefrina. Estas poderosas hormonas envían señalesa diferentes partes del cuerpo y las preparan para la acción.
Cómo reacciona nuestro organismo ante el estrés

En una situación de estrés, el hígado liera glucosa para suministrar energía a las células musculares, el corazón late más rapido, los músculos intestinales se contraen, los pulmones se expanden y la presión arterial aumenta para hacer llegar más sangre oxigenada a todo el organismo.
El estrés crónico

Esa respuesta al estrés no tiene mayores consecuencias si se da en ocasiones puntuales, pero puede ser peligrosa para la salud si se prolonga en el tiempo; es lo que hoy conocemos como estrés crónico.

Expertos en el tema, advierten que numerosos trastornos como hipertensión, reflujo gastroesofágico, estreñimiento, síndrome de colon irritable, depresión, ansiedad, problemas de memoria, fatiga crónica, problemas tiroideos… están asociados a niveles de cortisol crónicamente altos.

Por si esto fuera poco, ahora se sabe que el estrés crónico también nos hace engordar, ya que la hormona cortisol no es sólo un potente estumulante del apetito, sino que en altos niveles estimula a las células que rodean los órganso viscerales para que acumulen más grasa. La consecuencia es lo que se conoce como “grasa abdominal“, que implica mayor riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes, síndrome metabólico…

Otros efectos de los niveles crónicamente altos del cortisol, afectan también al sistema inmunitario. Cuando el organismo está liberando continuamente cortison (como ocurre en las personas que padecen estrés crónico), el sistema inmunitario es atacado constantemente, aumentando así el riesgo de enfermedades.
Consejos para controlar el estrés y mantener a raya los niveles de cortisol.
Aliméntate bien

Olvídate de las calorías y márcate un nuevo objetivo: adoptar definitivamente una dieta sana y equilibrada.
Muévete todos los días

Si quieres reducir tus niveles de estrés, camina, monta en bici, baila, corre, haz aerobic… Cualquier actividad física no sólo actúa como un fantástico dreductor de estrés, sino que sus efectos son casi instantáneos. Dos o tres sesiones de 10 o 15 minutos cada una suman sus efectos al final del día.
Concédete tiempo para ti

Reserva un tiempo ti. Una escapada de fin de semana, un paseo con una amiga. Los momentos de ocio son esenciales para una buena salud física y mental. Prueba a escribir una lista de las actividades que realmente te gustan e intenta encontrar tiempo para realizarlas: darte un masaje, comprar flores, escuchar música relajante, pintar, leer, hacer manualidades, pasar tiempo con tus mascotas,…
Acostúmbrate a las risas

Reírse a carcajadas es como practicar “footing interior”. Puedes crear un botiquin de humor con libros, chistes, vídeos divertidos, … a los que recurrir cuando necesites desestresarte y desconectar de todo.

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