Siempre rebosante

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Para lograr un rostro y un contorno corporal simétrico a través del bisturí existen diversas opciones, entre ellas la lipoinyección o infiltración grasa.

MÉXICO, DF.- Para lograr un rostro y un contorno corporal simétrico a través del bisturí existen diversas opciones, entre ellas la lipoinyección o infiltración grasa, procedimiento con el cual se extrae grasa de un área del cuerpo para inyectarla en alguna otra en la que se necesite.

Así, surcos y arrugas en el rostro, glúteos y zonas que desees volver a tener rebosantes o más redondeadas podrán ser rellenadas con tu propia grasa, puesto que ello ayudará a que no haya complicaciones, como sí podría suceder con sustancias no naturales.

“Cuando hacemos liposucción generalmente las pacientes quieren que su grasa se utilice para sus glúteos para que tengan una mayor proyección, que se vean mas redondeaditos puede hacerse también para rejuvenecimiento facial.

“En pequeñas cantidades la grasa que nosotros quitamos puede usarse ya sea durante el rejuvenecimiento facial o nada más para mejorar los surcos de la sonrisa, o las arrugas del entrecejo o para la piel en aquellas pacientes que tienen secuelas de acné, se hacen microinfiltraciones de grasa para dar una mejor textura”, explica la Dra. Celina Kishi, jefa del Departamento de Investigación Clínica del instituto Jalisciense de Cirugía Reconstructiva Jesús Guerrerosantos.

Éste como otros procedimientos requiere sólo de unas cuantas horas en el quirófano y algunos días de recuperación. Eso sí, siempre es necesaria una valoración previa y cuidado de no fumar por lo menos tres semanas antes de la cirugía, pues los componentes del cigarro pueden afectar la irrigación en la piel.

“(La lipoinyección) es un procedimiento ambulatorio que no requiere mayor tipo de cuidados, pero sí se requiere que la paciente esté sana y no nos oculte ningún tipo de medicamento que ingiera y que nos pueda complicar la cirugía, tipo aspirina, vitamina E o algún tipo de medicamento que pueda hacer los tiempos de coagulación más alargados”, advierte la Dra. Kishi, quien también forma parte del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (CMCPER).

Las infiltraciones tienen sus restricciones, pues no deben ser realizadas superficialmente, ya que podrían no tener los resultados deseados, ya que la pérdida de la grasa sería de hasta un 30 por ciento, por lo que la que la recomendación es infiltrar en forma profunda para que el porcentaje de perservarla sea mucho mayor.
“Si se inyecta en cantidades mayores a 250 centímetros cúbicos, hay riesgo de que la grasa no se irrigue bien y se puede infectar. No se debe de aplicar en forma subcutánea, sino que se infiltra en forma más profunda en el músculo para que el músculo le dé buena irrigación y no se pierda”, señala la especialista.

LA MATERIA PRIMA

En la actualidad para realizar rellenos tanto faciales como corporales, la sangre, células madre y hasta las crestas de gallo son utilizados para obtener sustancias para las infiltraciones.
“Se le saca sangre de una vena a la paciente, sangre periférica, y se centrifuga y se extrae una pequeña cantidad que son los factores de crecimiento, los cuales ayudan a que al piel recupere su turgencia, su juventud. Sí se requiere un consultorio con las condiciones adecuadas y que el médico sea un cirujano plástico de preferencia, que tenga un certificado”, sugiere la cirujana.

Los adipocitos, las células de grasa, son células precursoras o madre, lo cual significa que de ellas se pueden derivar otras células con sus mismas características.

“Las células grasas tienen de cierta forma esta peculiaridad (de células madre). Tú se las quitas al paciente y se las vuelvas a colocar, éstas tomas la características del tejido en donde tú las inyectes, por eso el contorno del glúteo se hace más redondeadito, se infiltra dentro del músculo y éste se vuelve más grueso”, explica la doctora Kishi.

Quienes no desean ser sus propios donadores para las infiltraciones, existe otra alternativa.

“Nosotros utilizamos mucho ácido hialurónico, es una molécula que se extrae en muchos productos de la cresta de gallo es hipoalergénico, es una sustancia que forma colágeno. La utilizamos para rellenar las arrugas finas, los surcos, irregularidades y demás, sólo que el medicamento es algo costoso”, advierte la doctora.

¿Y DESPUÉS?

Como todo procedimiento, la lipoinyección no es algo mágico, pues debemos estar siempre al pendiente de nuestro estilo de vida, salud y alimentación para que los resultados perduren.

En cuestión de terapias como peeling y dermoabrasión, así como cremas para el rostro, se podrán seguir utilizando, eso sí, las recomendaciones deberán ser dadas por expertos.

No sólo por gusto

La lipoinyección también es una alternativa para quienes han padecido enfermedades que han dejado algunas depresiones en su rostro o en su cuerpo, las cuales por medio de este procedimiento se pueden mejorar considerablemente.

“Hay un síndrome que se llama síndrome de Parry-Romberg, donde la mitad de la cara se va como consumiendo y es una indicación muy fuerte, nosotros utilizamos en muchas ocasiones grasa para mejorar el grosor de la piel y darle simetría.

“También hay pacientes que han sido radiadas contra cáncer en el tórax y la piel se hace muy delgadita y cambia de coloración, en estas pacientes inyectamos grasa con la finalidad de que la piel mejore su calidad y su grosor”, señala la cirujana plástica Celina Kishi.

– Este procedimiento es ideal para suavizar surcos faciales o arrugas, por ejemplo.

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