Un dos de marzo, hace 45 años, en la casa familiar ubicada en el 19 y 20 Hidalgo, Juan José Guevara López, Presidente del Congreso Local, recibía entre 11 y 12 de la mañana la indicación del Gobernador Praxedis Balboa de citar a una sesión urgente del congreso para acordar el decreto que le concedía la autonomía a la universidad estatal.
Ese mismo día la familia García Guevara entregaba a su querida tierra, Ciudad Victoria, el cuerpo del recién fallecido Enrique García Guevara, uno de los dos mártires del movimiento estudiantil que reclamaba ese derecho para su Alma Mater (el otro Flavio Rocha Lerma).
Así fue como lo recordó Ricardo García Guevara, su hermano, ante el público asistente al evento conmemorativo del 45 aniversario de la autonomía universitaria de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
“A escasas treinta y tantas horas de los sucesos que les narro, la universidad ya era autónoma” dijo García Guevara refiriéndose a la promulgación de los decretos 145 y 146 que conceden ese derecho a la máxima casa de estudios de los tamaulipecos.
“Nosotros, la familia García Guevara, vemos todos los días como el Rector lucha por lograr beneficios, cada vez más grandes para la UAT. Yo he conocido muchos rectores y con algunos de ellos llevo una amistad buena, fuerte, pero lo digo y lo digo sinceramente: a ninguno de ellos vi trabajar tanto y tan fuerte como a José Ma. Leal Gutiérrez. Gracias señor Rector, por darle fortaleza a nuestra universidad” agregó García Guevara.
Por su parte, Miguel Ángel Castro Orozco, en representación del Rector, dirigió un mensaje a las familias de los dos estudiantes fallecidos y a la comunidad universitaria presente: “El cotidiano devenir en nuestra universidad ha sido uno donde la reflexión de ideas, la creación e innovación tiene lugar, y es así como de manera gradual y progresiva la autonomía funciona evolutivamente bajo los principios de autogestión institucional y su rango de índole constitucional”.
En el evento, llevado a cabo en el Lobby de Rectoría, se ofreció una ofrenda floral y se llevaron a cabo guardias de honor por las dos familias presentes, y tres grupos representando a la comunidad académica, estudiantil, sindicalizados y funcionarios de la UAT.
“Por último quiero decirles que la lucha no fue en vano. Hoy contamos orgullosamente con una institución académica de calidad, emprendedora, socialmente responsable, productiva, eficiente y con una profunda vocación de servicio. Todo esto engrandece día con día a nuestra querida universidad” dijo al final el funcionario.
