Cierto, estamos descansando de las campañas políticas, y hoy en día los candidatos a distintos puestos de elección popular estarán agazapados en sus oficinas esperando el juicio ciudadano del 1 de julio. Es la fecha que se avecina la más importante para el país, sin duda alguna.
Natural es pensar que habrá conflictos en algunos sitios de la nación, impulsados por quienes se dedican a promover la desestabilización en la población, sin embargo, suponemos que hay más gente interesada en que el proceso se lleve a cabo en la más perfecta de las calmas, que la tranquilidad y la certeza de un proceso honesto sea el común denominador.
Las autoridades del Instituto Federal Electoral se han encargado de promover mucha información al respecto para que no existan dudas sobre la manera de ejercer el derecho ciudadano al voto, más porque uno de los candidatos aparece en tres cuadros de partido, otro en dos; podría haber confusión, sin embargo, se ha instruido a los funcionarios de casilla para que no haya dudas de cómo proceder.
Recordemos, y es muy importante, que cada boleta vale UN VOTO únicamente, y el hecho de que se crucen más de un cuadro no implica que valdrá doble o triple: el resultado de votos deberá ser el que coincida con el número de boletas empleadas, así de claro.
Lejos estarán ya las amenazas graves que hemos vivido y que se siguen presentando en algunos puntos neurálgicos; grave, sin duda alguna es el hecho de que los jóvenes que dicen representar a los estudiantes y que se autodenominan “yo soy 132” hayan establecido un campamento allá por el monumento a la revolución, pero lo grave, desde nuestra óptica, es el que haya una leyenda-manta que reza: “Si hay imposición hay revolución”.
Y decimos que es grave porque suponemos que estos muchachos, orientados por una fuerza perfectamente identificada pretenderán seguramente tomar por la fuerza lo que la mayoría de los ciudadanos no les daremos: en ese caso, y hay que ser enfáticos: gana el que tenga más votos, y ese será el próximo presidente de México.
Pero los preparativos, a estas horas, siguen llevándose a cabo para garantizar a usted y a nosotros que podremos ir a la casilla y votar sin problema alguno. En ese tenor, los miles de funcionarios electorales tendremos una misión altamente importante que es la de propiciar que la legalidad se imponga por sobre todas las cosas. Sencillo, claro, no hay que darle vueltas.
Los mexicanos en el extranjero ya han hecho su parte, y las autoridades están tratando de verificar que no haya ningún caso que tenga que ver con ilegalidad. Ahora hay que pensar a quién daremos nuestro voto. ¿Favoritos? Todos sabemos quién es el que encabeza las encuestas, quien deberá ganar, aunque en tanto no vote todo el mundo no habrá declaración oficial de ganadores.
Las listas de casillas están disponibles en la página del IFE y se pueden consultar para verificar donde nos toca votar. Por lo general no haya mucha diferencia en la ubicación actual y la de años anteriores. Poco se manejan cambios y eso garantiza una afluencia importante.
No nos vayamos por el rencor o la moda, por el odio o la mercadotecnia equivocada, busquemos el voto para quien intentamos, llegue a ganar.
Ya todo está realizado prácticamente al 100 por ciento, ya falta solamente que todos acudamos a las urnas.
La decisión, como dijimos, es meramente personal. No deje que nadie influya en ella, aunque siempre habrá amigos o amigas que digan “para qué te preocupas” o “Vota por tal candidato, es el bueno”; las descalificaciones e insultos estarán también a la orden del día, hay que prepararnos para ello.
Se acerca el día importante en la historia de México, hay que saber la manera de enfrentarlo, de hacer lo que debemos pero, sobre todo, de cumplir con el México que nos ha tocado vivir.
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Atentamente
Carlos David Santamaría Ochoa Ph.D.
A.I. Periodismo y Comunicación
Ten un buen día!
