La dieta vegetariana excluye todo tipo de productos de origen animal, sin embargo antes de cambiar radicalmente los hábitos alimenticios es necesario conocer bien los requerimientos nutricionales diarios para cada persona según su edad, sexo, trabajo que desempeña y estado de salud.
También es necesario conocer e identificar de dónde vienen los nutrimentos que necesitamos para crecer, desarrollarnos y poder funcionar adecuadamente y cuál es la forma correcta de combinar los alimentos de diferentes grupos, ya que una modificación drástica en los componentes de la dieta, si no está debidamente planeada y supervisada por un especialista, puede resultar contraproducente y provocar daños en lugar de beneficiar la salud.
Por ello, nutriólogos advierten que antes de renunciar a la carne, se consulte a un especialista para valorar el estado de salud personal y no tomar decisiones que si bien a otros les pudieron funcionar bien, a algunos puede perjudicarlos.
Si bien numerosos estudios han demostrado los beneficios que reporta llevar una dieta vegetariana, no solo a nivel de enfermedades coronarias y problemas circulatorios como la arteriosclerosis, ya que reduce considerablemente el colesterol y los triglicéridos circulantes, sino también se ha demostrado que puede mejorar la incidencia de enfermedades auto-inmunes como la artritis, es necesario estar bien informado antes de tomar decisiones.
Ser vegetariano no es de entrada una opción recomendada para niños, adolescentes, ancianos o mujeres embarazadas, ya que en estas condiciones el organismo requiere de forma especial de todos los nutrimentos y las proteínas que proporcionan los alimentos de origen animal son muy necesarias.
Una buena alimentación es aquella donde no existen carencias ni tampoco excesos y en la que se incluyen alimentos de los distintos grupos de nutrimentos: grasas, carbohidratos, azúcares, vitaminas, proteínas y minerales.
Si bien, muchos afirman que los regímenes vegetarianos bien planeados, podrían convertirse en una alternativa para prevenir enfermedades crónicas como la obesidad o las cardiovasculareshay que tener en cuenta las condiciones y necesidades de cada persona en particular y no tomar una decisión por moda o consejo.
Los vegetarianos se clasifican en tres grupos, dependiendo de las combinaciones de alimentos que han seleccionado:
Los lactoovovegetarianos, que son los que consumen vegetales, productos lácteos y huevos.
Los lactovegetarianos, que comen vegetales y productos lácteos.
Los vegetarianos puros, que sólo ingieren vegetales.
Entre lo que hay que considerar al adoptar una dieta vegetariana está lo siguiente:
– No es para todos. En el caso de los niños que no ingieren carne, el crecimiento físico y mental se limita por la ausencia de proteínas animales, lo que conlleva a la desnutrición.
– El cambio repentino de dieta en los niños ocasiona problemas de peso, ya que no tienen el mismo grado de control sobre lo ingerido que los adultos.
– En personas vegetarianas se han detectado deficiencias vitamínicas, especialmente de vitamina B12 y hierro, lo que ocasiona anemia ferropénica. Esto debido a que las principales fuentes de hierro provienen de la carne de los animales.
– Se ha encontrado una relación entre adolescentes vegetarianos y los que padecen bulimia y anorexia nervosa, ya que quienes siguen este plan alimenticio regularmente están más preocupados por su peso y sufren más trastornos alimenticios que otras personas.
– Es común que se busque ser vegetariano para reducir de peso o para desintoxicación del organismo, lo que puede llevar a otro tipo de problemas. Ya que esto se puede lograr sin riesgos con una alimentación variada y equilibrada.
– En mujeres adolescentes vegetarianas, la proporción de grasa es menor y por tanto hay un retraso en la madurez sexual y en la presentación de la primera regla, ya que el tejido adiposo juega un papel importante en la aromatización de los andrógenos para formar estrógenos.
– El embarazo en una vegetariana pura, en general dura un poco menos, lo que repercute en la maduración del bebé quien además tiene menor peso, talla y circunferencia craneal al nacer.
– El consumo único de vegetales durante el embarazo, puede generar la disminución en la disponibilidad de glucosa en el feto.
-Si se es vegetariano hay más riesgo de no cubrir la aportación diaria necesaria de calcio, lo que es muy peligroso sobre todo durante la niñez y adolescencia, lo que favorece el desarrollo de raquitismo y osteoporosis en la vida adulta.
Lo bueno de la alimentación vegetariana:
– Los vegetales no solamente son sabrosos y nutritivos, también tienen un importante papel en la prevención de enfermedades:
-Cuando la dieta está basada en vegetales se previene la formación de tumores debido a sus componentes, como antioxidantes y fitoquímicos, que evitan el desarrollo de células cancerosas.
-Su consumo evita el síndrome metabólico, favoreciendo mejores niveles de salud y enfermedades como la obesidad, problemas cardiacos, hipercolesterolemia o sobrepeso.
-La alimentación vegetariana reduce problemas intestinales como el estreñimiento y evita alteraciones en la flora bacteriana del intestino grueso, lo que a la larga fomenta la supervivencia de algunos microorganismos que pueden transformar las sustancias grasas en células productoras de cáncer.
– En los vegetarianos, los niveles de sangre de ciertos antioxidantes son mucho más altos que las personas que consumen también carne, lo que ocasiona un ligero descenso en la presión sanguínea.
Así que antes de decir adiós a las carnes, hay que consultar un nutriólogo para que establezca un plan alimenticio de acuerdo a las necesidades de cada persona.
Fuente:
cronica.com.mx