Engordar transforma hormonas

1

Una serie de estudios publicados en las últimas semanas demuestran que la cirugía para bajar de peso repercute de forma positiva en las mujeres: mejora su autoestima, su estado de ánimo y su vida sexual.

Mientras en todo el mundo sigue creciendo el número de personas que recurre a las cirugías para bajar de peso, esta mayor cantidad de pacientes ha permitido realizar estudios detallados de los efectos de esta intervención.

Hasta ahora se sabía que los operados con by-pass gástrico o con cirugía en manga bajaban de peso, aunque también pueden revertir una diabetes. Ahora, la revista JAMA Surgery publicó un trabajo de la Universidad de Pensilvania que mide otros beneficios de esta cirugía realizada a 106 mujeres.

En ellas se vio que, además de bajar de peso, sus niveles de hormonas femeninas se normalizaron, mejoró su autoestima y se redujeron los síntomas depresivos. Además, la relación de pareja también mejoró sensiblemente.

“Lo que pasa es que en ellas, la obesidad produce alteraciones sexuales de tipo hormonal, con trastornos que impactan en su cuerpo y en su psicología”, dice el doctor Alex Escalona, del Departamento de Cirugía de la Universidad Católica de Chile.

Esto porque, según explica, cuando una mujer engorda, la grasa transforma sus hormonas sexuales femeninas en masculinas. Así se produce un aumento de la testosterona que le provoca aparición de vello en su cara y en su cuerpo.

“Cuando se opera y baja de peso, desaparece este vello, cambia su figura corporal y esto mejora su autoimagen y su vida sexual”, agrega el doctor Escalona.

El doctor Alberto Pérez Castilla, jefe de Cirugía y del Programa de Obesidad de Clínica Indisa, llama la atención de que estas mujeres que han vivido varios años con una autoestima disminuida, se operan y “mejoran tanto que a veces, incluso, terminan divorciadas”.

Otra cosa que observan los médicos es un aumento de la fertilidad. “Se embarazan con más facilidad y, por eso, les pedimos que usen rigurosamente un método anticonceptivo durante el primer año después de la intervención”, explica este profesional.

La razón de esto es que en ese tiempo están con una alimentación al límite y bajando mucho de peso, por lo que el niño nace con bajo peso. A veces la mujer hasta puede sufrir una pérdida.

Para el doctor Mario Ferrario, cirujano bariátrico de la Clínica Las Condes de Santiago de Chile, es frecuente ver que “en mujeres con problemas de fertilidad por obesidad, sea el ginecólogo el que las manda a evaluar para operarse”.

Respecto de la vida sexual, agrega, “como depende mucho de la autoestima, al bajar de peso se sienten más lindas, comienzan a usar escotes, a vestirse con más colores y, la vida misma, la ven más colorida”.

Más cauto se muestra el doctor Gonzalo Wiedmaier, jefe de cirugía bariátrica del programa Vivir Liviano de Clínica Alemana. Esto porque en su opinión, “faltan más estudios de largo plazo” en esta materia. Aunque, agrega, “sí da la impresión de que mejoran todos los aspectos mencionados en el estudio”.

Respecto de los adolescentes obesos, un estudio del Hospital de Niños de Cincinnati con 242 adolescentes de 17 años promedio, reveló que no existe un mayor riesgo en su operación comparado a la de un adulto.

“Es cierto que no hay un mayor riesgo en ellos, pero hay que cuidar que sea el adolescente el que quiera bajar de peso y no sus padres”, dice el doctor Ferrario.

Según explica, el joven debe tener la madurez suficiente para tomar esta decisión. “Debe estar convencido de que también deberá hacer dieta y ejercicio”, agrega. De lo contrario, habrá un rebote de 25 a 30% de los casos, que vuelven a subir de peso.

Para el doctor Escalona, es importante que se hagan estudios de largo plazo en estos casos, para ver el impacto de esta cirugía en el desarrollo y crecimiento de los jóvenes.

Fuente:
cronica.com.mx

(Visited 1 times, 1 visits today)