Una correcta hidratación para un mejor desempeño escolar

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Existen algunos elementos que ayudan a los niños a tener un mejor rendimiento en la escuela, como una dieta correcta o darles tiempos de descanso apropiados. Sin embargo, hay un elemento que es menos conocido y que tiene un impacto positivo y directo en el funcionamiento no sólo físico, sino también mental de los niños: una correcta hidratación, asegura el Dr. Arturo Torres y Gutiérrez Rubio, Director del Instituto de Bebidas para la Salud y el Bienestar.

El agua influye en muchos procesos del cuerpo, como la regulación de la temperatura o a nivel celular y de los órganos. El cerebro, por ejemplo, es un órgano que se ve especialmente influido por el nivel de hidratación, ya que está formado por tres cuartas partes de agua; es por esta razón que, si no hay suficiente cantidad de agua, nuestro rendimiento empieza a funcionar por debajo de lo óptimo.

Al ingerir una cantidad de líquidos adecuada, hay una mejora en algunos aspectos que pueden ayudar a los niños a mejorar su rendimiento escolar, como lo son las capacidades aritméticas, psicomotoras y de discriminación visual; memoria a corto plazo, concentración, atención, estado de alerta y humor.

Necesidades de hidratación en los niños

Al igual que en los adultos, las necesidades de hidratación en los niños varían dependiendo de múltiples factores como edad, peso, nivel de actividad física e incluso, las condiciones climáticas en donde se vive. Sin embargo, en relación a los adultos, los niños tienen un mayor porcentaje de agua en su cuerpo, 65% vs. 60% en adultos que, aunque parezca poco, es suficiente para determinar una mayor necesidad de reposición de líquidos en caso de deshidratación.

Los niños también tienen menor sensibilidad a la sed que los adultos; es decir, tardan más tiempo en percibir la sed; por lo tanto se necesita estar muy al pendiente de su ingestión de líquidos para el remplazo oportuno del volumen de agua que pierden.

Una deshidratación de tan sólo el 1 o 2% del peso corporal puede derivar en un deterioro importante de las funciones mentales. Así mismo, la deshidratación también se asocia con confusión, irritabilidad y letargo.

Cómo cuidar la hidratación en los niños

Es muy importante que los niños siempre tengan líquidos a su alcance. Todas las bebidas contribuyen a la hidratación y pueden ser parte de una dieta correcta. El agua simple debe ser la fuente principal, pero también pueden incorporar otras opciones, de acuerdo a sus gustos y estilo de vida.

Así mismo, el agua se encuentra en todas las bebidas y en mayor o menor medida en casi todos los alimentos. Tal como los adultos, los niños obtienen del 70 al 80% del agua que necesitan a partir de lo que beben y del 20 al 30%, de los alimentos.

La cantidad total recomendada de acuerdo a las ingestiones diarias sugeridas (IDS), incluyendo lo que consumen en los alimentos, es:

· Niñas y niños de 4 a 8 años: 1.6 a 2 litros

· Niñas y niños de 9 a 13 años: 2 a 2.7 litros

· Adolescentes mujeres de 14 a 18 años: 2.5 litros

· Adolescentes varones de 14 a 18 años: 2.8 litros

Los padres y cuidadores pueden complementar la hidratación de los niños con muchos tipos de bebidas que se adapten a su estilo de vida y algunas ideas que pueden considerarse son las siguientes:

– En el lunch para la escuela, se les puede enviar una botella de agua simple y una de jugo o agua de sabor.

– Se debe acostumbrar a los niños a no esperarse a tener sed para tomar líquidos, ya que cuando aparece la sed, ya han perdido cierto volumen de agua, situación nada deseable para su cuerpo.

– Invitar al niño a tomar una bebida con cada alimento o refrigerio.

– Las bebidas saborizadas también pueden incluirse en una dieta correcta, ya que si a un niño le gusta el sabor de lo que bebe, se hidratará mejor. Muchas aportan energía en forma de hidratos de carbono y pueden incluirse en un estilo de vida activo y saludable. Por otro lado, también existen opciones bajas o sin calorías que aportan el mismo gran sabor, pero sin energía.

– Se deben tomar en cuenta las calorías de las bebidas que se le dan a los niños durante el día para contemplarlas en el consumo de calorías diarias totales.

– Consumir frutas y verduras, ya que tienen un gran contenido de agua, lo que las convierte en una excelente opción para ayudar a cubrir sus necesidades de hidratación.

– Si el niño se queda a practicar deportes después de clases, es primordial incluir más agua y otro jugo o agua con sabor para que lo beban antes de entrenar, luego den tragos durante el ejercicio, para reponer el líquido y la energía gastada. Si el calor es muy intenso y el niño suda mucho, puede ser recomendable enviarle una bebida isotónica para reponer más rápidamente el volumen de líquidos que perdieron durante la actividad física.

Los niños son especialmente vulnerables a perder agua, por eso es importante insistir en que ingieran líquidos de forma regular, para que logren que todas sus funciones se realicen en las mejores condiciones posibles.

Fuente:
cronica.com.mx

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