Ante el aumento en venta de los llamados “suplementos alimenticios’, que prometen cura o control de diversas enfermedades, la Secretaría de Salud Jalisco alertó sobre el riesgo que representa consumirlos.
El encargado de Suplementos Alimenticios de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Jalisco (Coprisjal), José Roberto Pelayo Michel, señaló que dichos productos son elaborados a base de hierbas, extractos vegetales, alimentos tradicionales, deshidratados o concentrados de frutas que se pueden presentar en forma farmacéutica.
“Su finalidad de uso es incrementar la ingesta dietética total, complementarla o suplir alguno de sus componentes, así los define la Ley General de Salud”, apuntó.
Agregó que la publicidad de dichos insumos es exagerada en sus características y promueve cualidades que carecen de soporte científico, al igual que no han sido evaluados conforme a la legislación aplicable por la Secretaría de Salud Federal (SSA).
“Por lo que su consumo puede representar riesgos a la salud de quien los usa o consume, mismos que se incrementan cuando el producto es administrado sin las debidas precauciones y sin algún tipo de evaluación médica previa”, afirmó.
Destacó que la comercialización de productos que contengan “Larrea SP, germanio en cualquiera de sus presentaciones, ginseng, unicaria tormentosa (uña de gato), ma-huag, yohimbina, procaína, efedrina, hongo reishi, hosponas o extracto de glándulas endocrinas, no está permitido en el país de acuerdo con el artículo 169 del Reglamento de Control Sanitario de Productos y Servicios”.
“Dichos productos no son medicamentos, no tienen capacidad rehabilitatoria demostrable, no son estrictamente un alimento, pueden contener una cantidad variable de elementos nutritivos que se presenten en una dieta normal, no son esenciales para la salud y su uso es responsabilidad de quien lo recomienda y de quien lo consume”, subrayó.
Detalló que algunas de las reacciones que se presentan en las personas que los consumen son dolor abdominal, ansiedad, incremento en el apetito, cefalea, diarrea, heces blandas, insomnio, mareo, náuseas, sudoración temblor, vómito y nerviosismo.
Además de somnolencia, cansancio, parestesia, cólicos, hipertensión, taquicardia, arritmia, malestar general, calambres, dolor en extremidades, mialgia, dolor de pechos y espalda, así como erupción cutánea y función alterada del hígado, entre otras.
Recomendó un tratamiento integral adecuado que incluya atención médica, nutricional, psicológica, acompañado de un régimen de actividad física de acuerdo a las necesidades de cada persona.
Resaltó que el objetivo de un tratamiento integral es que el paciente mejore su calidad de vida a largo plazo, y cambiar sus hábitos con el fin de disminuir o erradicar riesgos para la salud.
Subrayó que todo suplemento alimenticio debe estar registrado ante la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios de Jalisco (Coprisjal) por el establecimiento que los elabora o el responsable de la marca en una línea de productos que la empresa proporcione.
Fuente:
cronica.com.mx
