En México, según la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC), el cáncer es la tercera causa de muerte y estima que cada año se detectan 128 mil nuevos casos1.Dada la importancia de esta enfermedad la UICC, con el apoyo de la OMS, conmemora este 4 de febrero el Día Mundial de la lucha contra el Cáncer, bajo el lema “No más allá de nosotros”. Se trata de crear un enfoque positivo y proactivo para la lucha contra esta enfermedad, destacando que existen soluciones y que están a nuestro alcance.
El cáncer es una de las enfermedades más temidas. Aproximadamente el 40% de la población desarrolla algún cáncer a lo largo de su vida. No se sabe con certeza si ello se debe a factores del medio ambiente, genéticos, alimentación u otros.
“El cáncer es un padecimiento provocado por un grupo de células que se multiplican sin control y de manera autónoma, invadiendo localmente y a distancia otros órganos -proceso conocido como metástasis-, que lo coloca como la tercera causa de muerte en nuestro país”, comentó el Dr. Luis Alfonso Segura, cirujano oncólogo adscrito al Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS
Los avances tecnológicos para el cáncer
Desde hace algunos años el avance en las técnicas para combatir el cáncer ha cambiado la forma de considerarlo: pasó de ser una enfermedad incurable a una enfermedad que en el 50% de los casos es curable y en otro gran porcentaje se convierte en una dolencia crónica.
Anteriormente, como primera instancia de tratamiento estaba la radioterapia tradicional, que al día de hoy tiene un gran debate sobre los beneficios relativos que tiene en comparación con los tratamientos de alta tecnología ablativos ya existentes en México, que son de mínima invasión y que han dado grandes resultados como crioablación y microondas.
Las células cancerosas tienden a dividirse rápidamente y a crecer sin control. La radioterapia destruye las células cancerosas que se están dividiendo, pero también afecta las células en división de los tejidos normales. El daño a las células normales causa efectos secundarios indeseados. La radioterapia busca siempre un equilibrio entre la destrucción de las células cancerosas y minimizar el daño a las células normales.
“La radiación no siempre destruye inmediatamente las células cancerosas ni las células normales. Puede que tome días e incluso semanas de tratamiento para que las células comiencen a morir, y puede que continúen muriendo por meses después de completar el tratamiento. A menudo, los tejidos que crecen rápidamente, como la piel, la médula ósea, y el revestimiento de los intestinos son afectados inmediatamente. En contraste, el tejido de los nervios, los senos, el cerebro y los huesos muestran los efectos más tarde. Por esta razón, el tratamiento con radiación puede causar efectos secundarios que pudieran no presentarse sino hasta mucho tiempo después del tratamiento”, explicó el Dr. Segura.
El número de sesiones a las que se debe de someter el paciente es de un mínimo de 10; la duración es aproximadamente de 1 hora en sesiones diarias; requiere mayor tiempo de hospitalización y una vez radiada la persona ya no puede ser intervenida quirúrgicamente.
“Entre los tratamientos más revolucionarios contra el cáncer se encuentran la crioablación y las microondas, procedimientos de alta tecnología, con una mínima invasión y con esquemas que a través del frío y el calor destruyen las células cancerosas evitando su crecimiento”, aseveró el Dr. Carlos Florez Zorrilla, Cirujano Hepatobiliar y de Trasplante Hepático Responsable del Programa de Trasplante Hepático Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE.
La crioablación consiste en la aplicación de frío con unas sondas que tienen la capacidad de penetrar al tejido del tumor y una vez que la sonda está posicionada en el lugar elegido se hace circular dentro de la criosonda un agente criogénico para crear una bola de hielo a -180 °C, que destruye el tumor de forma instantánea.
El tratamiento con microondas es también de mínima invasión guiado por imagen en donde se introduce una sonda hasta el tumor, aplicando las microondas que producen calor por arriba de 60° C; el calor que se genera por la fricción a través de la vibración de las moléculas de agua, origina coagulación y necrosis tumoral, destruyendo el tumor.
Los candidatos a estos tratamientos son pacientes que ya tienen un diagnóstico de un tumor y por sus condiciones generales u otras enfermedades no son candidatos a que se les opere. También son recomendados para aquellos pacientes que tienen metástasis, es decir, que se ha extendido a otros sitios como el hígado, pulmón, huesos, etc. y que en lugar de operarlos se prefiere hacer este tipo de tratamientos menos invasivos y de igual efectividad. Estos métodos han demostrado una buena opción para varios pacientes con tumores localizados de menos de 4 centímetros.
“Ambos son métodos seguros y efectivos con los siguientes beneficios: corta estancia hospitalaria; efecto analgésico, reproducible y controlable mediante imagen. Se emplean para tratar tumores localizados en órganos como hígado, riñón, pulmón, hueso y próstata (entre otros); también pueden ser empleados como tratamiento paliativo al dolor en casos determinados. Teniendo una sobre vida que va de los 2 a los 5 años”, puntualizó el Dr. Florez.
Según la OMS, en el 2030 se estima que fallecerán a causa del cáncer 12 millones de personas en el mundo, prácticamente el número de personas que habita el Distrito Federal.
Para mayor información sobre crioablación y microondas como tratamiento contra el cáncer puede visitar la página web www.crioablacion.mx, www.microwave.mx o llamar a la línea de atención telefónica 01 800 080 2797 donde se le podrá informar sobre estos tratamientos.
Fuente:
cronica.com.mx