Ondas invisibles, pueden estar dañando tu salud

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Rodeados de ondas invisibles, que aunque no veamos sabemos que están por ahí. Así es como ahora vivimos en la era digital, llenos de posibilidades de comunicación, de constante contacto con el mundo a través del popular Wi-Fi. Pero además de aprovechar la cantidad de beneficios que nos brinda, el número de aparatos que nos rodean y las ondas que estos emiten pueden estar perjudicándonos sin que lo sepamos.

Si bien cada persona experimenta de forma diferente los cambios en su salud dependiendo de su edad, tipo de padecimiento o estado anímico, lo cierto es que las dolencias y consultas al médico varían en sus causas.

Así entre muchas enfermedades que están surgiendo principalmente por la contaminación ambiental y la formación de nuevos virus y bacterias, también aparece la llamada hipersensibilidad electromagnética, que está asociada a ciertos síntomas provocados por la exposición a las ondas electromagnéticas, generadas por aparatos eléctricos, antenas de celulares, transformadores, etc.

Los síntomas pueden ser muy leves o parecernos comunes a otras enfermedades, por lo que no los asociaríamos a esta enfermedad, ya que se mueven entre los mareos, dolores de cabeza, cansancio, indisposición para realizar las actividades diarias y problemas al dormir.

De la misma manera ocurre con lo receptivos que podemos ser en cuanto a las radiaciones electromagnéticas, pues ya se ha visto que los niños son el grupo de la población que más se ve afectado por esto. En los colegios para mejorar los recursos de aprendizaje, ya es fácil encontrar salas de informática dotadas de muchos computadores, para que todo el plantel acceda a ellos. Con la llegada del Wi-Fi, todas las instituciones académicas desde jardines infantiles hasta universidades y bibliotecas han tratado de apuntar a ello, para facilitar el acceso a internet, pero los niños, son los más vulnerables están expuestos a sus consecuencias por varias horas al día. Es por ello que varios países europeos empezaron a retirar el Wi-Fi de las escuelas y colegios para evitar los efectos perjudiciales en los niños.

La idea es que no solo los niños se vean protegidos, si no que se acuda a algún tipo de legislación para que se ubiquen de mejor manera las antenas y dispositivos, se regule de otro modo la exposición y de esta manera la población entera se vea beneficiada. Estas soluciones pueden estudiarse para ser implementadas a nivel de ciudad, pero cada uno de nosotros podemos hacer algo en nuestros hogares. Por ejemplo, preferir el uso del Wi-Fi en zonas en la que la cobertura es mejor, pues de lo contrario se incrementan dichas ondas.

También en casa se puede desconectar el Wi-Fi cuando no se esté usando, y tratar de pasar menos tiempo en el celular cuando en realidad no lo requerimos o no es de gran urgencia. Si presentamos problemas al dormir, es mejor mantener nuestros dispositivos móviles alejados, no sobre la almohada o conectados cargándose junto a nuestra cabeza, y si es posible apagarlos durante las horas de sueño.

El debate continúa y aún hay muchas personas que no consideran que exista un verdadero problema, pero por otro lado si se han encontrado relaciones entre las ondas electromagnéticas y ciertos síntomas en muchas personas.
De todas maneras no nos afecta tomar ciertas medidas preventivas y conectarnos mejor con el medio ambiente disfrutando de lugares reales, alejados de los dispositivos y la tecnología para mantener una vida más limpia y feliz.

Fuente:
cronica.com.mx

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