México, al igual que otros países de Latinoamérica, experimenta una transición epidemiológica que presenta grandes retos a su sistema de salud y sociedad.
A principios del siglo XX, las primeras causas de mortalidad se relacionaban con enfermedades infecciosas y parasitarias, salud materno-infantil y deficiencias alimenticias, sin embargo para la segunda mitad de ese siglo, las Enfermedades Crónicas No Transmisibles (ECNT) comenzaron a cobrar importancia, pues sus complicaciones se han convertido en la primera causa de mortalidad en el país.
Las enfermedades que se diagnostican con mayor frecuencia
Mujeres:
– Diabetes Mellitus
– Enfermedad Isquémica Cardiaca
– Hipertensión Arterial Sistémica
– Cáncer de mama
– Obesidad
– Infecciones respiratorias agudas
– Enfermedades Infecciosas Intestinales
Hombres:
– Enfermedad Isquémica Cardiaca
– Hipertensión Arterial Sistémica
– Diabetes Mellitus
– Cáncer de próstata
– Enfermedades Infecciosas Intestinales
– Obesidad
– Infecciones respiratorias agudas
Las enfermedades del corazón, la diabetes mellitus y los tumores malignos continúan entre las tres principales causas de muerte en nuestro país, que en el año 2000 representaron el 38.9% del total de las defunciones, aumentando a 43.6% para el año 2011. Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en México, según datos de la Secretaría de Salud.
Los cambios en el estilo de vida y alimentación han incrementado la prevalencia de riesgo de mortalidad cardiovascular de una forma alarmante a nivel global. Las enfermedades crónicas relacionadas con la dieta y los hábitos como la obesidad y las dislipidemias, han tenido un crecimiento impactante en poco tiempo.
Una dislipidemia es la presencia de anormalidades en la concentración de grasas en la sangre (colesterol, triglicéridos, colesterol HDL y LDL), las causas más comunes son consumo excesivo de grasas, azúcares y alcohol; también las puede provocar la diabetes, hipertiroidismo, sobrepeso, algunos medicamentos y ciertos aspectos hereditarios. Las complicaciones que trae consigo pueden ser infartos, infartos cerebrales y pancreatitis.
Cabe destacar que con frecuencia, la población presenta un diagnóstico donde se relacionan sobrepeso, obesidad y varios tipos de dislipidemias. Es decir, un adulto con obesidad tiene cuatro veces mayor probabilidad de obtenerlo, en comparación con personas con un peso normal.
La Dra. Noemí Santos, Directora Médica de Landsteiner Scientific, laboratorio farmacéutico mexicano, señala que es necesario medir la concentración de colesterol, triglicéridos, colesterol no saludable (LDL) y colesterol saludable (HDL). Si la concentración de triglicéridos es mayor a 150 mg/dl, o el colesterol mayor a 200 mg/dl, o el HDL es menor a 40 mg/dl, es necesario acudir a una valoración médica.
“Generalmente no existen síntomas. Puede haber depósitos de grasa en piel o tendones (xantomas). Los triglicéridos muy elevados podrían ocasionar dolor abdominal y pancreatitis, además es causa frecuente de fatiga, zumbido de oídos, entre otros malestares.”, comentó la Dra. Santos.
Por último, la experta explicó que en gran medida el aumento de estas enfermedades se vincula con una nutrición deficiente, sobrepeso y obesidad. “La clave para prevenir la mayoría de las enfermedades se centra en llevar un estilo de vida saludable, además de visitar al médico de forma periódica”.
Recomendaciones de Landsteiner Scientific:
– Acudir al médico a partir de los 20 años, en caso de contar con riesgo cardiovascular con una periodicidad anual o bianual y cada cinco años en personas sin factores de riesgo.
– No fumar.
– Adquirir un estilo de vida saludable y alcanzar el peso ideal.
– Mantener una alimentación adecuada.
– Evitar el consumo excesivo de sal y alimentos ricos en azúcares como jugos, refrescos, pan, tortilla, arroz, pastas, etc.
– Prescindir de las grasas de origen animal como el chorizo, manteca, tocino, etc.
– Consumir aguacate, aceite de oliva y almendras.
Fuente:
cronica.com.mx