El cuidado de la salud ósea es similar al de la piel y de los dientes. Se necesita que invertir en ella durante los primeros años de vida por lo que esta etapa de la vida es clave. Casi como una pensión, ninguna persona joven se siente muy entusiasmada en ahorrar para el futuro, pero cuando llegue el momento estará contenta de haberlo hecho.
Con nuestros huesos ocurre lo mismo. Los años más importantes para fortalecerlos son hasta mediados de los 20. Ya que luego, alrededor de los 35 años, se produce una pérdida gradual de la densidad mineral ósea debido a los procesos naturales de envejecimiento. Tomá nota de estos consejos para mejorar la salud ósea de tus hijos a partir de una buena alimentación.
El Servicio Nacional de Saludo del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) recomienda estos puntos:
1) Ingerir una amplia variedad de frutas y verduras, especialmente las hojas verdes.
2) Sumar carbohidratos como las papas, pasta, arroz y pan (preferiblemente integrales) a la dieta.
3) Comer proteínas como las carnes, huevos, nueces y semillas.
4) Consumir productos lácteos.
5) Agregar a la dieta caldos de pescado, pollo o vaca preparado con los huesos del animal y una cucharada de vinagre para ayudar a liberar los minerales (de la médula).
6) Incorporar semillas de sésamo son una excelente fuente de calcio adecuado para veganos. Las semillas de girasol y de calabaza aportan minerales esenciales y aceites saludables.
7) También ayudan los alimentos fortificados con calcio como el pan, la harina de trigo y los productos horneados que han sido elaborados con harina de trigo fortificada; así como la leche de soya y otros productos a base de ésta.
Fuente: Rocío Río de la Loza, Health Coach.
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