Nuevos caminos

No cabe duda, las etapas de la vida son distintas: no se parecen en nada una a otra, pero hay algo en común: debemos aprovecharlas al máximo hoy y siempre, y dar el justo valor a cada una de ellas.
En esta semana concluyen su bachillerato alumnos y alumnas del Colegio Antonio Repiso de esta ciudad, y la verdad, nos llena de orgullo lo que sucede en esa ceremonia, por el papel que ha desempeñado durante tres largos años quien ocupa un sitio demasiado especial dentro de nosotros: Daniela.
No es ganar un sitio o lugar académico, sino el haber ganado calidad humana, aplicada a su desarrollo humano que le lleva a ser una persona con intereses diversos, pero con una gran aptitud de servicio y vocación de ayuda a los demás.
Su formación ha sido interesante, completa, magnífica, podríamos decir, a juzgar por los resultados obtenidos.
Y con esta fecha, que concluye en miércoles, con una celebración eucarística en la Iglesia Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, vienen muchos recuerdos a la mente, y sobre todo, memorias de 18 años de vivencias y aspectos que le han hecho ser lo que es, y forjar una personalidad única, indivisible, pero que tiene mucho de bondad para con los demás.
Daniela, al igual que sus compañeros de la escuela que mencionamos, concluyen una etapa interesante en sus vidas, donde han vivido muchas experiencias especiales, únicas, y se incorporarán al estudio profesional, para buscar concluir sus estudios y tener el éxito que les corresponde y merecen.
Ya no saldrá a las dos e la tarde con la sudadera roja y la carita de alivio ante una jornada académica difícil o una serie de escollos que hubo de sortear para ser lo que hoy es.
Ya no estaremos más esperándole a que salga, que se ponga de acuerdo con sus amigos para una tarea o convivencia, o ya no sabremos más qué tiene de tarea por desarrollar.
En fin. El caso es que Daniela emprende un nuevo camino que, esperemos, tenga todo a su favor y pueda circularlo libremente, sin limitante alguna, pese a los muchos oficios y negativas que se obtuvieron en la campaña y con quienes a nombre del mismo se negaron a facilitar datos o apoyo necesarios para garantizar el cumplimiento de un sueño académico.
Tres años de sacrificio y de tareas y virtudes humanas desarrolladas al por mayor en beneficio de quienes le rodeamos. Tres años de alegrías y tristezas, aunque privilegiamos más las alegrías.
Tres años, pequeña Daniela, ya pasaron tres calendarios desde que iniciaste esta experiencia llamada preparatoria o bachillerato, y estás a punto de emprender el vuelo a mejores destinos y futuro.
Alguien diría que viene lo bueno, pero sinceramente, entendemos que los proyectos educativos provisionales se encuentran siempre latentes en nosotros, y tenemos toda la fuerza para hacerlos valer y convertirlos, de académicos a meramente humanos.
Sabemos la valía del esfuerzo y nos enorgullecemos de tenerte en nuestra familia, Dany, y hacemos votos porque lo que viene sea aún mejor: que no eches por la borda un destino charlado con un sinnúmero de sueños, y porque la felicidad esté en todo momento a tu lado, acompañando esas difíciles horas y tardes de café y estudio, de análisis y trabajos de toda índole.
Hoy, Dany, comienzas una nueva etapa en tu vida y nos enorgullecemos de aún formar parte de esta maravillosa etapa que nos regalas porque hoy ha habido más sueños cristalizados que otra cosa.
Hoy es tu día, hoy estarás más contenta, y también más comprometida con lo que vas a estudiar, con el deseo de que sea sueño sino realidad, futuro, sino presente, tu presente, el presente que te toca vivir.
Beso tu mejilla y tu corazón, de aquí al infinito.

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